ES HIJO PREDILECTO DE BADAJOZ, A PETICIÓN DE LOS CRONISTAS OFICIALES DE LA CIUDAD TÍTULO QUE LE OTORGA EL AYUNTAMIENTO

Encargos y reconocimientos se le acumulan. Instituciones y coleccionistasse lo disputan. Retrata a las personalidades más relevantesdel mundo social y de la cultura: Artistas y toreros de fama,políticos, magistrados, militares… Sus carteles de Semana Santa,Feria, Festivales Flamencos y otros, causan admiración.

Hoy , 6 de abril de 2018, en acto solemne a celebrar en el salón de plenos del Ayuntamiento, se entrega a Juan Valdés el título de Hijo Predilecto de Badajoz. El destinatario del preciado galardón, afamado pintor de reconocido prestigio, es uno de los artistas más señalados en el panorama artístico español de nuestro tiempo.

Con todo, alguno se preguntará: ¿Pero quién es Juan Valdés, y cuáles sus méritos para que la ciudad lo distinga con tan alto reconocimiento?.

Porque pese a ser natural de Badajoz, que sus raíces están aquí, aquí tiene familia y muchos amigos, y jamás ha dejado de testimoniar su origen con orgullo, por su ausencia de nuestra ciudad hace mucho tiempo su nombre es desconocido para parte de sus paisanos.

Pues Juan Valdés es un nombre puntero en el mundo del arte; un personaje reconocido a todos los niveles en los más distintos ámbitos sociales sevillanos, y de Andalucía en general; y sobre todo, un badajocense de pura cepa.

Nació el 15 de mayo de 1942 a orillas del Guadiana, lo que acrecienta su condición de paisano de solera. En un edificio cargado de historia: un viejo cenobio conocido como el Convento, luego convertido en casa de vecindad, que se alza en la Avenida de Joaquín Costa, teniendo como referentes inmediatos hitos tan representativos como el Campo de la Cruz; puertas de Palmas, Pelambres y Carros; Batería del Redondo; Plaza de Santa Ana; Palacio de Godoy, ermita de Pajaritos, el embarcadero del río, y la propia Alcazaba.

Y a ambos lados, la Escuela de Artes y Oficios ‘Adelardo Covarsí’, en sus ubicaciones sucesivas del Parque de Castelar y Calle Atocha, en las que cursó sus primeros estudios artísticos teniendo como profesores a Adelardo Covarsí, Antonio Juez, José María Collado o Félix Fernández Torrado.

Ese es el marco en el que crece y se hace el gran artista. Miembro de una familia humilde, y huérfano a muy temprana edad, vivió su infancia y juventud bajo la tutela de sus abuelos, de quienes recibió los rígidos principios que habían de marcar toda su existencia.

De carácter inquieto y emprendedor, desde muy joven sintió la vocación artística. En 1959 marcha a Madrid para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, pero la falta de medios lo obliga a regresar a casa. Pero no se rinde.

Al año siguiente obtiene una Beca de la Diputación Provincial con la que marcha a Sevilla. Ingresa en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en la que se titula. Obtiene una Cátedra de Dibujo, se casa, inicia su carrera como docente, y empieza a pintar.

La calidad de su obra y su carácter abierto pronto le granjean la consideración artística y el respeto de todos los círculos sociales sevillanos, desde los más selectos hasta los más populares. Encargos y reconocimientos se le acumulan. Instituciones y coleccionistas se lo disputan.

Retrata a las personalidades más relevantes del mundo social y de la cultura: Artistas y toreros de fama, políticos, magistrados, militares… Sus carteles de Semana Santa, Feria, Festivales Flamencos y otros, causan admiración. Su firma es cada vez más valorada. Se le dedican libros y biografías.

Se le acoge como miembro distinguido en todas las sociedades. Hace exposiciones en España y el extranjero y se le conceden todos los honores. Además de otros, como el del Ayuntamiento de Sevilla, que le encarga su amigo, entonces alcalde de esa ciudad y hoy ministro del Interior, Juan Ignacio Martínez Zoido, en 1992 realiza los retratos oficiales de los Reyes de España, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, para la Exposición Internacional de Sevilla, siendo uno de los pocos pintores españoles, y el único extremeño, para el que sus majestades posan en directo, retratando también después a Don Felipe VI.

A esas alturas Juan Valdés es todo un personaje en el panorama del arte y la sociedad sevillana y andaluza a todos los niveles. Por ver sus exposiciones, caso insólito, la gente paga una entrada.

En el otoño de 2012 la Asamblea de Extremadura le dedica una Exposición Homenaje en su sede de Mérida, a la que asisten numerosas personas llegadas de Sevilla y otros lugares de Andalucía, y un lujoso libro-catálogo. A partir de ese momento su presencia en actos culturales, conferencias, entrevistas, reportajes en prensa, atención por parte de los medios culturales y de comunicación, y otros actos y manifestaciones en Extremadura, intensifican la relación con los suyos.

En la primavera del pasado año 2017, el Museo Provincial de Bellas Artes de la Diputación Provincial le dedica una nueva muestra antológica y otro completo catálogo con texto, por deseo del artista, en atención a la vieja amistad de tantos años, de quien esto firma, con un completo estudio biográfico y artístico del personaje. Es la vuelta por la puerta grande a su lugar de origen, y el reencuentro con las vivencias de los primeros años. Ese es Juan Valdés.

Su reconocimiento como Hijo Predilecto de Badajoz, que a petición de los Cronistas Oficiales de la Ciudad le otorga el Ayuntamiento es, pues, solo un acto obligado de justicia para la integración definitiva en su ciudad de origen de un paisano de solera que tanto la prestigia con su nombre. Castuera (Badajoz). RODRÍGUEZ PULGAR, MARÍA DEL CARMEN