Una de las figuras poco conocidas en el ámbito nacional, y también en la Comunitat Valenciana, es la del “CRONISTA OFICIAL”, íntimamente entroncado con la cultura local. Los ayuntamientos los nombran en virtud de las características y conocimientos que el candidato tiene sobre la población en la que convive, cuya función ejerce con carácter honorífico de acuerdo con su “amor y entrega” al municipio.
Así, viene considerándose desde los años cincuenta, creándose posteriormente, en 1989, en la Comunidad Valenciana la “ASSOCIACIÓ DE CRONISTES OFICIALS DEL REGNE DE VALÈNCIA” con el objeto de agrupar a sus miembros para integrarlos en una asociación con vistas a suscitar la investigación y estudio sobre la temática relacionada con las costumbres, la historia y el folclore de sus respectivos municipios. E, igualmente, para establecer y mantener vínculos entre ellos.
AL CRONISTA OFICIAL se le encomienda la tarea de defender los valores culturales de su municipio, promover la investigación en torno a ellos, así como asesorar a las autoridades y organismos de la Administración sobre las cuestiones anteriormente esbozadas. Velar por el arte, el folclore, la heráldica, las tradiciones, la toponimia, la literatura, etc. que conciernan al ámbito del municipio.
En este sentido, a raíz del Decreto 116/1994 por el que se establecen los símbolos, tratamientos y honores de los ayuntamientos y diputaciones, la figura del cronista es de considerable ayuda para la información y asesoramiento que puede ofrecer respecto a los escudos, banderas y estandartes que afectan al municipio. Es, sin duda, el profesional con conocimientos afines a estas cuestiones.
Por otra parte, desde aquellos años de su creación la ASSOCIACIÓ viene desarrollando actividades de integración de los miembros mediante asambleas, campañas de difusión, conferencias, mesas de debate, visitas culturales, etc. Y sus miembros, desarrollando tareas informativas y de asesoramiento en los ayuntamientos respecto a las cuestiones que sobre estos temas se producen en ellos. “El cargo de CRONISTA –decía el periodista Vicente Badía Marín en el lejano 1962- no supone para nadie, que sepamos, un momio o una bicoca, antes al contrario, deviene en una función, cometido o trabajo sin remuneración, que tan solo en la vocación de beneméritos patriotas cabe buscar la explicación de su propia existencia”.
Indudablemente, como ha sido reconocido, la labor del cronista es absolutamente desinteresada y carece de remuneración; se trata más bien de una dedicación “gratia et amore”, de esas que tanto escasean en estos tiempos. La mera cita de algunos de los insignes cronistas la representa nombres como el de Carlos Sarthou Carreras, Francesc Almela y Vives, Emili Beüt Belenguer, Enrique Soler Godes, Santiago Bru y Vidal y otros tantos que honran la dedicación altruista y que tanto prestigio han dado a la ASSOCIACIÓ y han prestado inestimable prestigio a nuestros pueblos. Sin ellos, sin su callada labor, otro gallo nos cantara.
Fuente: http://www.abc.es/ – Víctor Mut