RAMÓN SÁNCHEZ. UN CATEDRÁTICO GANA UNO DE LOS PREMIOS MÁS ENTRAÑABLES EN TALAVERA DE LA REINA (TOLEDO).
EL CATEDRÁTICO DE HISTORIA MODERNA EN LA ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE CASTILLA-LA MANCHA RAMÓN SÁNCHEZ HA RESULTADO GANADOR DEL XXIII PREMIO DE HISTORIA DE TALAVERA Y SUS ANTIGUAS TIERRAS ‘FERNANDO JIMÉNEZ DE GREGORIO’.
Según ha informado en nota de prensa el Organismo Autónomo Local de Cultura (OAL) talaverano, el galardón está dotado con 4.500 euros, así como con la publicación de la obra presentada al concurso, que lleva por título ‘Educación y enseñanza en Talavera de la Reina en la edad moderna’.
Del mismo modo, los integrantes del jurado han decidido otorgar un accésit a María Yolanda Moreno por su trabajo ‘Mudéjares en Talavera de la Reina (1450-1502): una minoría religiosa integrada en el circuito económico de la Villa’.
El jurado del galardón lo han formado la concejala de Cultura, María de los Ángeles Núñez; los historiadores Ángel Ballesteros, Jaime Olmedo y Francisco Peñalver, y el alcalde de Calera y Chozas, Gabriel López-Colina, en representación de las localidades que conforman las Antiguas Tierras de Talavera.
Publicación de las obras
Desde el OAL de Cultura han explicado a Efe que en la edición de este año se han presentado tres trabajos, una cantidad inferior a la de otros certámenes convocados en la ciudad, pero que se justifica por el hecho de que «son obras que suponen muchos años de estudio y de investigación».
Las mismas fuentes han subrayado que tanto el ensayo ganador como el que ha obtenido el accésit serán publicados por el Ayuntamiento de Talavera a través de su colección ‘Padre Juan de Mariana’, de los que se editarán 300 copias de cada uno.
El Premio de Historia ‘Fernando Jiménez de Gregorio’ del año pasado fue para Juan Atenza, director del Instituto de Ciencias de la Salud (ICS) de la ciudad, mientras que el accésit recayó en Antonio José Díaz.
En el caso de Atenza su obra se centró en la asistencia sanitaria que había en Talavera en la primera mitad del siglo XX, mientras que el ensayo de Díaz se basó en el convento de las Carmelitas Descalzas.
