POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
En el diario ‘La Opinión, de Murcia’, recoge la noticia de la reinauguración del Teatro Circo Villar, de Murcia, para la primavera de 2011. Dicha comunicación ha tenido un gran eco en todos los estratos, culturales y lúdicos, de la región.
Dicho Teatro, emblemático para todos los murcianos, fue inaugurado, en el año 1892, por la compañía circense de Gil Vicente y Alegría, que fue el fundador del “Circo Ecuestre de Barcelona”, alzado en la plaza de Cataluña, entre los años 1879 y 1895. Tenía gran fama y el reconocimiento nacional e internacional.
La inauguración del Teatro Circo, se efectuó con un fervor sin precedentes, estando representada por los estratos, políticos y sociales, más relevantes de la región y, con gran representación de la Corte.
Los condes Villar de Felices y Campo Hermoso, así como el de Heredia Spínola; máximos exponentes de la sociedad murciana y fuertemente incardinados en mi localidad, se hicieron acompañar, en la solemne inauguración, por “las cabezas visibles del pueblo”. Allí, en la tribuna, estaba la plana mayor del pueblo, Ángel Hernández, alcalde; Antonio Tomás Sandoval; Damián Abellán Miñano y Joaquín Sánchez Valiente; como políticos, así como el párroco Juan Guzmán Nicolini.
La iniciativa de la construcción del Teatro Circo, corrió a cargo de Enrique Villar Bas, por lo que, en su honor, lleva el anagrama de “Teatro Circo Villar”. La dirección de la obra corrió a cargo del arquitecto, Justo Millán Espinosa que, posteriormente, remodeló el Teatro Romea, tras sufrir un aparatoso incendio, así como la Plaza de Toros y la fachada de la iglesia de San Bartolomé, en el año 1890.
A finales del siglo XIX, y principios del XX, funcionó como sala de circo y teatro. A esas actividades se le sumaron las de cine, con películas sonoras, en el mes de octubre del año 1930, aunque, los primeros rudimentos, del cine sonoro según relata M. Muñoz Zielinski, tuvieron lugar en el año 1901, con el llamado “fonobiograf” y, en el año 1906, cuando apareció “el cronófono eléctrico cantante”, hasta empalmar con las proyecciones sonoras en el año 1930.
En el año 1927, fue adquirido por la empresa Iniesta, gran dominadora del negocio cinematográfico, en Murcia. Esta empresa se hizo fuerte y arrancó, con gran éxito, en el mundo de la cinematografía y el teatro, con los locales: Teatro Circo Villar, Media Luna Cinema—-en el barrio del Carmen y, que, después, se llamó Cine Iniesta y, por último, el Cine Rex (único que subsiste). De los tres, el más prestigioso era “El Teatro Circo Villar”, por su aforo y por estar ubicado en el centro de la capital.
El Arquitecto, Justo Millán Espinosa, había diseñado, en París, otras salas a las que semejaban la del Teatro Circo Villar. Tenían una planta dodecagonal, sobre la que se alzaba una hermosa cúpula, de hierro roblonado, con cubiertas de madera.
Nuestro histórico Teatro, consta de tres plantas, que son: la baja que es donde se ubica el escenario, el patio de butacas y las plateas; la primera, en donde están la cabina de control y el primer anfiteatro y, una segunda donde se encuentra el llamado” gallinero”, o segundo anfiteatro.
El Teatro Circo Villar, cerró las puertas, al público, en el año 1984, tras prestar brillantes servicios a la sociedad murciana, y ser el escenario de recordadas funciones matinales, en los días festivos. Desde que, en 1984 quedó abandonado a su suerte, con el consiguiente deterioro y ruina, se consideraba inviable su rehabilitación.
Ahora, el Ayuntamiento, al comienzo del siglo XXI, ha emprendido la gran tarea de su rehabilitación, con el fin de que los murcianos revivamos, sus artes escénicas, como antaño.
Los contratiempos han sido innumerables, tanto en escenario, camerinos y dependencias logísticas, del inmueble. Las autoridades murcianas las han arremetido con decisión y eficiencia; al adelantar el nuevo escenario y construir un sótano, bajo el patio de butacas. Su reinauguración está próxima y se rememorará el 120 aniversario de su puesta en funcionamiento.