POR ÁNGEL DEL RÍO, CRONISTA OFICIAL DE MADRID Y GETAFE
Dos hechos dan el pistoletazo de salida al verano. La primera fase de la primera operación salida de vacaciones, con la carretera como protagonista para comenzar el tiempo de asueto, o para llevar a los niños allí donde los abuelos estaban hasta entonces gozando de las mismas y empieza para ellos el “campamento” de verano familiar. El segundo hecho es el inicio de las rebajas, que vuelven, como las golondrinas, de los escaparates sus ofertas a colgar. Pero la crisis lo ha desnaturalizado todo, hasta el punto de cambiar el dicho de “todo el año es carnaval”, por el de “todo el año es una rebaja”. El deterioro de la actividad comercial, el enfriamiento del gasto y la inhibición del consumo, ha obligado a las administraciones competentes a autorizar rebajas fuera del calendario tradicional.
Que las rebajas de verano comiencen el 1 de julio, ya es sólo una cuestión nostálgica, sentimental, sin colas ni desenfreno a la hora de abrir los comercios el primer día, para llevarse las primeras gangas. La necesidad de incentivar el consumo, hace que los establecimientos tengan rebajas, liquidaciones, ofertas y ofertones durante todo el año. Esto ya no es lo que era: cada vez sale menos gente a primeros de julio y para los que se quedan, las rebajísimas ya no son ningún sueño de verano.
Fuente: http://gentedigital.es/