POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE  VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JÁEN)

Miguel murió a finales del pasado mes de julio en Madrid, curiosamente por esos motivos extraños de la vida y la muerte, su hermana, Antonia, moría en Jaén el día anterior. Ambos fueron enterrados en Villanueva del Arzobispo, Antonia, por la mañana y Miguel, por la tarde.

Se cumplieron los deseos de Miguel Hueta, que había pedido, hace tiempo, que su féretro pasase por el Santuario de la Virgen de la Fuensanta. El superior de los Trinitarios, padre Pascual, rezó un responso. Después fue trasladado al templo de la Vera-Cruz, donde se venera al ‘Patrón’ tyitulo del último trabajo literario de Miguel dedicado en el mes de mayo, al Cristo de la Vera-Cruz. El párroco Bartolomé López, ofreció un emotivo recuerdo durante la eucaristía de la misa. Al finalizar se leyó su poema “Mi testamento” y el músico y artista Víctor Ruiz, al violonchelo interpretó “El canto de los pájaros” de Pau Casals.

En el pleno municipal del 2 de febrero del 2001, con el respaldo unánime de los grupos socialista y popular fueron nombrados, Miguel Hueta Vivo como ‘Hijo Predilecto’ de Villanueva del Arzobispo, y Paulino Garófano Cobos, ‘Hijo Adoptivo’, tras la petición realizada al Ayuntamiento de la localidad, por la Agrupación local de Cofradías, ALCO, Asociación Musical García K-Hito, Peña Deportiva Madridista, Asamblea de Cáritas, Cruz Roja, Asociación Nieves López Pastor, Peña Deportiva Barcelonista, Asociación Cristo Vive, Colectivo Cultural La Moraleja, Asociación de Amas de Casa “Alfa y Omega”, y la Asociación de Mujeres @…

De la exposición de sus méritos en el acto, extraemos un resumen: “En los últimos sesenta años, solamente Ricardo García K-Hito, José Bueno y  Pascual Megina han sido nombrados Hijos Predilectos. Miguel M. Hueta nació en el seno de una familia modesta, abogado y escritor, padre de dos hijos a los que ha sabido trasmitir su cariño a Villanueva.

Aprobó en la Universidad de Granada el examen de Estado. En los años 60 se traslada a Jaén, para prestar su trabajo como Secretario de la Junta de Beneficencia y del Patronato “Santo Reino”. Abre un bufete en la capital, implicándose en la defensa de gente modesta, como fue el caso de los labradores de Bardazoso, a los que intentaron con turbios manejos expropiarlos de sus tierras, pleito que se saldó con un rotundo éxito para este abogado.

Obtuvo el Premio Nacional de Investigación Sindical, y en la localidad de Linares desarrolló una intensa actividad social y cultural. Pasa a la empresa privada y se traslada a Madrid. Allí ofrece numerosas conferencias en distintos foros y universidades, sobre temas empresariales y sociales de inspiración ética y cristiana.

La otra vocación de Miguel ha sido la literatura, colabora en la prensa provincial y regional; obtiene destacados premios literarios en los I Juegos Florales de Magisterio, Nacional de Turismo en Cazorla… e interviene para la recuperación de la Universidad de Baeza, pronunciado pregones de Semana Santa en Úbeda, Linares y Santisteban del Puerto.

En Villanueva se le debe la organización de la Primera  Fiesta del Aceite celebrada en 1961, así como la magnífica publicación de un libro conmemorativo. Ha defendido siempre el aceite de Villanueva, suya es la advocación a la Virgen de la Fuensanta con el nombre de REINA DEL OLIVAR. Intercala siempre en sus artículos la divulgación de nuestros aceites: “No está mal que nuestros aceites hayan pasado desde la humilde panilla y el inevitable “Hoyo” de la merienda infantil, a los búcaros rutilantes como joyas y a los albos manteles de lino”.

En Villanueva pregonó la Semana Santa en tres ocasiones, 1957, 1965 y 1993.

Ofreció el Pregón del Corpus en 1980, el de los XXV años de la Coronación Canónica de la Virgen de la Fuensanta en 1981. “Recorrido Literario por Villanueva” con motivo del VI Centenario de alcanzar el título de villa. Ha participado en varias Jornadas Histórico-Artísticas de las Villas, y colaborado en todas las revistas que se han editado: Reina del Olivar, Libro de Fiestas, Libro del Cristo de la Vera-Cruz Libro de Semana, y Revista La Moraleja, desde su fundación.

Destacamos de los miles de páginas escritas a Villanueva, unas brevísimas referencias…”Hace unos años, y después de bastante ausencia, volví a presenciar la salida del Nazareno por la Puerta de la Umbría. Digo presenciar porque no la vi. La emoción ahogó mi garganta y nubló mi vista y junto a mi aparecieron las figuras de tantos seres queridos, que contemplaban la escena desde los balcones de la Gloria” (Semana Santa 1993). “Villanueva, nuestro pueblo convertido en una hermosa custodia, con la plata bruñida de sus olivares, con el oro inigualable de sus aceites, con la esmeralda sin par de sus sierras…”(Pregón del Corpus.1980)

“La obligación de ganar el pan con el sudor de la propia frente, supone al mismo tiempo un derecho. Una sociedad en la que este derecho se niegue y no permita a los trabajadores alcanzar niveles satisfactorios de ocupación, no puede conseguir su legitimación ética ni la justa paz social”. (Revista Acción Empresarial, marzo, 2000).

“Yo te he llamado Mar, Arroyo, Río, pero mi voz no ha sido bastante para ahondar en el caudal de tu gracia. Yo te he llamado Fuensanta y al conjuro de este nombre bendito, mi voz se ha hecho candor, y luz, y perfume y transparencia y abundancia, rebosando en el alma el caudal incontenible de tu hermosura y de tu gracia (Pregón Nuestra Señora. Fuensanta-1981.)

No finalizó Miguel Hueta, con su nombramiento como Hijo Predilecto, su colaboración en la vida cultural, al contrario encontró alas para implicarse en los numerosos actos celebrados en la localidad.

Aporta valiosa documentación en las Jornadas Históricas de las Villas; publica el libro “…Apenas el Recuerdo”, sobre las costumbres y paisajes de Villanueva, en los años 50. Forma parte de la Comisión del Cincuenta Aniversario de la Coronación de la Virgen de la Fuensanta en donde además de sus múltiples iniciativas, escribe la obra teatral “La Fuente Encendida”, que es representada en las cuatro poblaciones de Las Villas, de forma magistral por la Asociación “Cristo Vive”. Ante un grupo de amigos, presenta y dona su obra poética “De otoños y otros atardeceres”. Con motivo del IV Centenario de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, escribimos conjuntamente el libro: “400 años de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Nazareno”. Escribe el texto “Anochecer en Puerta Umbría”, – Acuarela en morado y oro- que es leído y recitado en este bello lugar, con el acompañamiento de un excelente cuartero.

La Puerta Umbría es el lugar soñado y evocado siempre por Miguel, donde el Nazareno hace su salida procesional, Sigue sus colaboraciones en prensa nacional, sobre temas locales, como la beatificación del sacerdote villanovense, D. Francisco López Navarrete. En un remozado espacio, anejo a la iglesia de la Vera-Cruz, se realiza un homenaje a D. Francisco López, con el texto, escrito por Miguel “Sembrador a lo divino”, en donde recoge diversos pasajes de la vida y muerte del primer beato que tendría Villanueva. Siempre cuidó al máximo, el lugar, hora, publicidad, música y las acotaciones para los lectores de los diversos textos.

En el año 2013 realiza, en la Casa de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración, la Exaltación de la Virgen de la Amargura.

Su generosidad ha permitido ampliar los libros de la Biblioteca Municipal, al realizar la donación de toda su biblioteca con más de cinco mil libros.

Ha dejado algunas obras inéditas, como la escrita en 2010, referente al aceite de oliva “Gloria Olivae” y que quiso que se leyese y representase en el espacio de Puerta Umbría, y fuese un homenaje a las antiguas Fiestas del Aceite. Una obra teatral sobre la vida de Quevedo en sus últimos años en Villanueva de los Infantes ; el proyecto de una novela relativa a la emigración de los años sesenta, con el inicio en el barrio del Camino Viejo, y de la que tenía escritos varios capítulos…

Tuve la suerte de compartir con Miguel ilusiones y proyectos; que escribiese el prólogo de mi libro “ Villanueva del Arzobispo: Sus calles y sus gentes”, en el año 2000; de recibir sus consejos, sus correcciones, su amistad y compartir las largas charlas, en sus paseos por Villanueva, con el tema de la localidad siempre como motivo principal; la Sierra de las Villas, la Puerta Umbría, la Plaza de Santa Ana, eran lugares preferidos por él; compartimos momentos de dolor y de gozo; su correspondencia es un canto de amor y de pasión por el pueblo que lo vio nacer.

En estos días mientras recorría el Museo Taurino, he vuelto a recordar su amistad con Fernando Arbex, que me permitió obtener una valiosa información fotográfica y biográfica, junto a la de Pedro Mora, de Ángel Arbex, constructor de la Plaza de Toros de Villanueva; de su búsqueda por las librerías de viejo, del libro de K-Hito “Yo García”; del envío e intercambio de libros relacionado con nuestra localidad, cientos de recuerdos en cada acto y en cada lugar.

Siempre se ha mostrado agradecido a nuestra localidad, a sus vecinos, por los distintos reconocimientos recibido: “Permitirme que, con el verso del poeta os diga: “No me tienes que dar porque te quiera…” Porque mi cariño, como el de todo buen hijo, es absolutamente desinteresado, incluso de esas muestras de afecto que, por inesperadas e inmerecidas, demandan mi mejor e imperecedero agradecimiento”. Desearía que en un futuro, parte de su obra se viese recogida en una publicación como homenaje y como lectura obligada para amar a nuestra localidad.

De su obra “Otoños y otros atardeceres”, copio parte del poema, que él tituló: “Mi testamento”

Cuando yo me muera, os dejaré amigos, todo lo que tengo. Nada puedo llevarme entre las manos, sólo el Cristo bendito que abrazaron en sus manos yertas mis muertos más queridos. Todo lo demás sobra. No quiero peso inútil para el viaje. Por eso cuando muera, os dejaré amigos, todo lo que tengo.En sus últimas estrofas, Miguel escribió…

… Y os dejaré el Santuario con el rico tesoro de las aguas de Santa María de la Fuente Santa, Reina del Olivar y de la Sierra, que vela por nuestros sueños, que acuna entre sus manos las penas y las alegrías, y acogerá en los pliegues de su manto el aliento final de nuestras vidas.

Y os dejaré mi casa siempre abierta, la mesa preparada con el pan, con el vino y el aceite, las notas de un ‘adagio de Scarlatti’, y un libro siempre abierto. Os dejaré mi verso y la torpe palabra de mis labios.

Miguel has sido sembrador permanente de nuestros lugares y hechos más queridos, la semilla será fructífera para mantener tu nombre y tu labor en la memoria de las actuales y futuras generaciones.