POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Hoy, 28 de abril, la Iglesia Católica y muy especialmente Álava (capital Vitoria) y Nájera (La Rioja), celebran la festividad de SAN PRUDENCIO, anacoreta y obispo de Tarazona. Y, por encima de todo, santo que dio nombre a mi suegro, PRUDENCIO ALONSO, «Prudo el molineru», ya fallecido hace muchos años.
¿Quién fue San Prudencio?
Se conoce muy poco de su historia, que se remonta a los mediados del siglo VI. Nació en Armentia, hoy zona de gran lujo en el extrarradio de Vitoria, en el año 550; siendo adolescente vivió como anacoreta (ermitaño) bajo las enseñanzas de San Saturio para, tiempo después, trasladarse a Tarazona donde, ya sacerdote, fue deán de su catedral y posteriormente Obispo de esa Diócesis. Falleció en El Burgo de Osma
Álava le nombró patrono de su provincia en el siglo XVII y desde tiempo antiquísimo celebra su festividad con tradicional romería en el campo que rodea a la Basílica de San Prudencio, en ARMENTIA, preciosa construcción iniciada en el siglo XII y reformada posteriormente en el XVIII. La imaginería que alberga es espectacular.
Por cierto, ¿saben una cosa?
Armentia, en tiempos del siglo IX -cuando aún no existía la ciudad de Vitoria, que fue fundada en 1181- fue SEDE EPISCOPAL con una corta duración de obispado, pues fue absorbida en el año 1087 por la diócesis de Calahorra. Su último obispo se llamó Fortún II.
¿Y por qué «Santo Meón»?
Pues porque parece ser que es «tradicional» que en ese día de fiesta LLUEVA, si no a cántaros, sí con buenas ganas. Y debe de ser verdad, pues hoy -año de 2020- el tiempo es lluvioso y hasta torrencial en algunas zonas españolas.
Pues recordando a San Prudencio, a su romería en Armentia y a mi suegro que nos regaló cariño «a espuertes», vamos a hacer una «tortillina de excursión festiva» al modo de CASA PRUDO.
Muy fácil.
Frían en aceite dos patatas medianas, troceadas en fino para tortilla, y resérvenlas.
Aparte, en otra sartén con un poco de aceite sofrían unas setas (de cultivo) al ajillo y cuando estén «al dente» agreguen unas gulas para que se hagan brevemente con las setas.
Mezclen después las patatas, las setas y las gulas con huevos batidos y cuajen la tortilla a su gusto.
Vayan de romería al «prau de la Cocina» o a «playa Salón» y merienden en honor del santo.