POR MIGUEL ROMERO, CRONISTA OFICIAL DE CUENCA
Dice el refrán que «de bien nacido es ser agradecidos» y con ello, se recuerda la importancia de la gratitud y el hecho de que el ser humano debe tener memoria para reconocer a las personas que han ayudado cuando se les ha necesitado o que nos han dejado una herencia eterna en su obra, dimensión humana o ejemplo de vida.
En Cuenca, literariamente, la figura de Federico Muelas es un recuerdo a favor de quien dejó su poesía y su amor por esa ciudad que le vio nacer: Cuenca.
Se licenció en Derecho y Farmacia, pero su pasión por las Ciencias Naturales fue siempre el baluarte de su credo. Desde muy joven destacó esa vocación literaria -especialmente hacia la poesía- al conocer a Ángel Crespo, Gabino Alejandro y Carlos de la Rica, participando en tertulias, dirigiendo revistas literarias y fundando grupos como el de teatro guiñol «La Cometa», sin olvidar su labor periodística en diarios y revistas.
Vivió entre Madrid y Cuenca, donde le sería reconocida su gran pasión y amor por la ciudad que le vio nacer, consiguiendo que le reconocieran como ese hijo predilecto que tanto luchó por su desarrollo y progreso. Tal es así, que fue nombrado Cronista Oficial de Cuenca y eso le generó un trabajo y dedicación del que siempre alardeó con orgullo.
Muchos críticos definen su obra poética como neopopulista, inscribiéndola dentro del llamado «Garcilasismo», pero poco a poco, avanzó hacia la poesía humanista combinando los metros clásicos con el verso libre, manejados con destreza. Sus libros como Vuelo y firmeza, Rodando en tu silencio, Cantando entre cielo y sangre, Llanto en el umbral, Postigo de la sombra, Ardiente huida, El libro de las arengas, Los míos, Poesía secreta, etc., le hacen merecedor de una admiración sin límites, considerándolo -con el permiso de Fray Luis de León, Diego Jesús Jiménez o Acacia Uceta- como el gran poeta de Cuenca. En muchos de sus poemas, la carga surrealista le hace ser especial en ese grupo de escritores que se les ha definido como de la Generación del 36.
Y me viene claro su recuerdo, al haber fallado el Premio de Poesía «Federico Muelas» que convoca el Ayuntamiento conquense -en su honor- y que en su undécima edición ha recaído en la obra Conocimiento del medio del autor Julio Béjar. Certamen que está dotado con dos mil euros y su publicación y que engrosa la lista de excelentes poetas que han ganado este prestigioso premio literario.
Julio Béjar, natural de Almería, ha estudiado Filología Hispánica en las universidades de Almería y Grenoble, Dirección Escénica y Dramaturgia en la Resad de Madrid y ha realizado un máster en Enseignement et Recherche en la Université Lumière de Lyon. En 2014 fundó el colectivo La Confluencia con el objeto de buscar nuevos lenguajes escénicos, según ha informado el Consistorio conquense en nota de prensa.
Su poesía ha sido premiada en certámenes literarios como el Ciudad de Tudela, el Fernando Quiñones de Cádiz o el Villa de Iniesta, siendo incluida en antologías como ‘Algo se ha movido’, ‘El mejor poema del mundo’, ‘Refugiamos’ o ‘La ciudad celeste’. En 2013 se publicó su primer poemario, ‘Manual de uso para mudanzas’, que ha cumplido su tercera edición.
Con este certamen, Cuenca sigue en la cúspide de los Certámenes Literarios convocados y fallados, a pesar del Covid19, completando el Certamen Literario de Cuento y Poesía «Villa de Iniesta» en su treinta edición, el Concurso de Microrrelatos Monasterio de Uclés (cuyo ganador ha sido: Andrés Alés Sancristóbal) o el Certamen Literario de Cuentos, del Centro de Educación de Personal Adultas CEPA «Lucas Aguirre», a punto de anunciar el fallo de su convocatoria.
Una demostración de que en la cultura, y más concretamente en la literatura y todas sus modalidades, está el enriquecimiento de una sociedad que debe mirar hacia un futuro con el deseo de mejorar sus valores y hacer crecer el sentimiento hacia la solidaridad y la convivencia.
Enhorabuena a las instituciones convocantes y a las entidades que lo hacen posible. Un aplauso.
Fuente: https://eldiadigital.es/