POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El sol pone en la tierra su alegría de plata y oro. El campo se abre en estallidos, en crujidos, en un hervidero de vida sana y nueva. Parece que estuviéramos dentro de un gran panal de luz, que fuese el interior de una inmensa y cálida rosa encendida. Mira, ¡No le toques más, que así es la rosa! (Juan Ramón Jiménez). Días quietos, callados, produciendo impaciencia y desasosiego desde las sombras y el silencio por el confinamiento obligado. Resuena con contundencia la frase de Concepción Arenal, “cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie”. Fotografía tomada en la Casa Pilatos de la Casa Medinaceli, Sevilla.