POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
En un legajo de la Cofradía del Nazareno, que se inicia en el año 1690, encontramos una alusión a una bocina. Es en las cuentas de 1703 a 1713 en las que figura que “se compró sebo para la bocina”.
Posteriormente “el pago a P. García de 340 maravedíes por tocar la bocina dos años” . En 1721 figura la compra de una bocina por el precio de 22 reales, que pagaron a medias la Cofradía del Nazareno y la de la Sangre de Cristo. Aparecen varios pagos más “14 reales al que tocó la bocina”.
Lo cierto es que la Cofradía desde la antigüedad tenía una bocina que se tocaba en las procesiones. Podemos deducir de la información de la que disponemos y los recuerdos de las bocinas existentes, que funcionaron hasta los años sesenta.
La bocina era una trompeta de aproximadamente un metro y medio, metálica y recubierta en parte de cuero, que abría paso anunciando la proximidad de la procesión del Viernes Santo. La bocina desempeñaba otra función, que era sonar en determinadas noches de Cuaresma por las esquinas y plazas del pueblo, recordando que el día siguiente era de ayuno y abstinencia.
Las bocinas que recordamos eran dos, tocadas por algunos humildes hombres, que recibían por ello un modesto estipendio. Desaparecidos estos se apagó el sonido lacrimógeno, que hacía medrosas las oscuras noches de Cuaresma. ¿Cómo desaparecieron estos instrumentos? ¿Dónde fueron a parar…?
En otras localidades próximas, Castellar, Beas de Segura e Iznatoraf, recuerdan algunos vecinos los sonidos de las bocinas en la época de Cuaresma. Será necesario conocer a fondo el origen y significado de su utilización.
En la Semana Santa del año 2015 se recuperó esta tradición por Jorge Martínez Romero, con la colaboración de Tomás Peña, cofrade Nazareno, lograron que esta vieja tradición, volviera a nacer.
La construcción de esta bocina de tres metros de larga, ha sido realizada por Basilio Cuevas. Desde el pasado Miércoles de Ceniza, suena los viernes de Cuaresma, por los distintos barrios de la localidad- tal vez en otra época se escuchase la bocina en las noches de los jueves, recordando el ayuno y abstinencia de los viernes… En la madrugada del Viernes Santo, irá delante de la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, anunciando la llegada del paso.
El pasado año se llegó a celebrar el Primer Pregón de la Bocina que fue ofrecido por Tomás Peña.
Es grato poder recuperar parte de nuestro pasado y bucear en su significado, personas que intervinieron y forjaron el ayer de la nostalgia.