POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
-Coral Polifónica de Arriondas.
-Joven Orquesta Clásica de Arriondas.
-Vanessa del Riego (soprano).
-Bárbara Fuentes (mezzosoprano).
-María Jesús Gerpe (contralto).
-Adrián Begega (tenor).
-Patxi Aizpiri (organista).
-Sergio Vázquez Castañón (director).
Tras el éxito conseguido por la Coral Polifónica y la Joven Orquesta en el concierto interpretado en la plaza Venancio Pando de Arriondas el pasado mes de julio este cronista escribió que marcaría un antes y un después en la historia musical de nuestro concejo de Parres -concierto dedicado exclusivamente a la ópera- en el cual quedó patente su calidad vocal, siendo el mejor de sus conciertos en cerca de veinticinco años de vida musical.
Desde que -hace casi cuatro años- la Coral Polifónica de Arriondas quedó en manos del joven ovetense Sergio López Castañón, cada concierto fue superando al anterior.
Coral y Joven Orquesta presentaron hoy en el templo parroquial de San Martín de la capital del concejo (y lo harán mañana en la Basílica de San Juan el Real, en Oviedo) el “Oratorio de Navidad” de Camille Saint-Saëns, op. 12, una obra compuesta en 1858 para la que el músico francés hizo una cuidada selección de textos bíblicos.
El órgano sirvió como hilo conductor de todo el Oratorio, mientras fueron las cuerdas las que arroparon a las voces a modo de un entramado sonoro que -desde casi los primeros compases- hacen evidente que Saint-Saëns compuso esta obra propia de Navidad diríamos que al estilo del gran Johann Sebastian Bach, una obra que termina a modo del himno en el que se recrea y rememora al también nativo alemán Georg Friedrich Händel.
Como es habitual, Händel y Bach “volvieron” un año más al Auditorio de Oviedo la pasada semana para emocionarnos, el primero con “El Mesías” (este año sin recitativos ni arias) y otros fragmentos de su “Water Music Suite n.º 1” y del “An Occasional Oratory”, el viernes día 20, a cargo -como cada Navidad- de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y del Coro de la Fundación Princesa de Asturias, mientras que J. S. Bach -al día siguiente y en el mismo lugar- se hizo presente con su “Oratorio de Navidad” en una espléndida, emocionante y muy aplaudida interpretación a cargo del “Collegium Vocale” de Gante (Bélgica).
Pero regresemos al concierto de esta tarde, porque ni “El Mesías” -con una duración completa de casi dos horas y media- ni el “Oratorio de Navidad” de Bach -con una hora y tres cuartos de sublime barroco como el escuchado hace seis días (casi tres horas cuando se interpreta completo) pueden ser equiparados con los cuarenta y cinco minutos del Oratorio de Saint-Saëns.
Hoy hemos escuchado con suma atención las diez partes siguientes:
1. Preludio (al estilo de J. S. Bach) para órgano y cuerdas.
2a. Recitativo: “Et pastores erant “para soprano, contralto, tenor, barítono, órgano y cuerdas.
2b. Coro: «Gloria in altissimis» coro mixto, órgano y cuerdas.
3. Aria: «Exspectans expectavi» para mezzosoprano, órgano y cuerdas.
4. Aria y Coro: “Domine, ego credidi” para tenor, coro femenino, órgano y cuerdas.
5. Dúo: “Benedictus” para soprano y barítono, órgano y arpa.
6. Coro: “Quare fremuerunt gentes” para coro mixto, órgano y cuerdas.
7. Trío: “Tecum principium” para soprano, tenor y barítono, órgano y arpa.
8. Cuarteto: “Laudate coeli” para soprano, mezzosoprano, contralto, barítono, órgano y cuerdas.
9. Quinteto y Coro: “Consurge, filia Sion” para los cinco solistas, coro, órgano, cuerdas y arpa.
10. Coro: “Tollite hostias” para coro mixto, órgano y cuerdas.
Solistas:
– La soprano avilesina Vanessa del Riego estuvo magnífica en sus cinco intervenciones, fiel a la voz más aguda de la armonía, con destacas coloraturas ornamentales, vibrantes, muy notables las del “Benedictus” y la del “Tecum principium”.
– La mezzosoprano gijonesa Bárbara Fuentes tuvo su mejor registro interpretativo en el “Exspectans expectavi” con su voz media muy bien modulada, como le corresponde por debajo de la de una soprano y por encima de la propia de una contralto.
– La contralto leonesa María Jesús Gerpe hizo gala de una rica sonoridad con gran amplitud en su registro más grave para voz femenina.
No es fácil encontrar voces femeninas con estas características y en sus intervenciones de esta tarde Gerpe resultó brillante, con un rango vocal tan admirable que evocaba ecos del genial contratenor Alex Potter -al que escuchamos el pasado sábado en Oviedo- retratado ya como una nueva estrella.
Solo faltaba que Saint-Saëns hubiese incorporado un contratenor a esta obra para simultanearlo con la contralto…
– El tenor langreano Adrian Begega Linares parece heredar en su tesitura de voz la historia de la ópera, en este caso en el aria “Domine, ego credidi quia tu es Christus Filius Dei vivi, qui in hunc mundum venisti” (“Señor, yo creo que tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo que has venido a este mundo”), las palabras que le dijo Marta a Jesús tras la muerte de su hermano Lázaro, palabras que -precisamente hoy, 27 de diciembre- tenían especial significado al celebrarse en este día la festividad y memoria de San Juan, apóstol y evangelista, momento que el hijo de Zebedeo y Salomé (el ´discípulo a quien Jesús amaba´) recoge en su evangelio, cuyo estilo es el más conceptual y poético de los cuatro evangelistas.
El tenor Adrián Begega le dio una interpretación muy solvente con un cuidado timbre, claro, brillante, para un texto de gran expresividad que -al menos a mí- me conmovió.
Estaba prevista la intervención del barítono ovetense Juan Salvador Trupia, ya muy curtido en los escenarios operísticos de varios países, a quien podemos encontrar lo mismo siendo el protagonista de la ópera “Carmen” de Bizet que estando presente en propuestas tan líricas como aquella en la que dio vida a Cristo en “La Samaritana” (Licinio Recife) con el Coro y la Orquesta de la ópera de Buenos Aires.
La presencia de Trupia siempre es garantía de calidad y experiencia profesional, pero por razones de salud no pudo estar presente, de forma que le sustituyó la única voz masculina entre las solistas, el antes citado tenor Adrián Begega.
En el trío “Tecum principium in die virtutis tue, in splendoribus sanctorum” (“Contigo está el principado en el día de tu virtud, entre los resplandores de los santos”), la elevada ambientación que le hubiese supuesto el arpa ausente en el concierto de Arriondas le hubiese llevado a una atmósfera seráfica y hubiese hecho de esta parte la más bella del Oratorio… memoria -por momentos- del mismo “Tecum principium” que firmara Vivaldi casi dos siglos antes, pero la suplencia del arpa por el teclado oportuno fue dignísima.
– La Coral Polifónica de Arriondas se vio reforzada por cerca de diez voces procedentes del Coro de la ópera de Oviedo y miembros de la Escolanía de Covadonga que subrayaron la potencia vocal de la misma y le dieron consistencia y uniformidad.
Desde que el Coro de la ópera quedó en manos de profesionales, los que somos abonados a la ópera de Oviedo desde hace muchos años advertimos el notable cambio experimentado sobre el escenario del Teatro Campoamor; aún escuchábamos a los componentes del coro la pasada semana en la representación de “I Pagliacci” (de Ruggero Leoncavallo), sentados en sus plateas frente al público en la curiosa y afortunada propuesta escénica de Ramón Ivars, en la cual los espectadores parecía que nos encontrásemos ante un gigantesco espejo que reprodujese parte del mismo Campoamor sobre el escenario.
– Estuvo al órgano del Oratorio que comento el donostiarra Patxi Aizpiri, cuyo currículum profesional asombra a cualquiera, ha ofrecido recitales de piano en toda Europa, solista en varias orquestas y ha trabajado bajo las órdenes de los mejores directores del mundo (Abbado, Maazel, Mutti, López Cobos, Corrado Rovaris), fue director del Coro de la antes citada Ópera de Oviedo y es profesor de muy prestigiosas escuelas de música y conservatorios.
El órgano hizo de hilo conductor en las diez partes de las que se compone este Oratorio y el virtuosismo de Aizpiri no precisa más loas que las que de su trabajo se esperaban.
De alguien que cree en la habilidad y la belleza de la música para expresarse a sí misma, y que toma nota (nunca mejor dicho) de lo que ve en los pentagramas y lo convierte de inmediato en poesía sonora deslumbrante, sólo puede esperarse el mejor resultado.
Nada podemos decir de la arpista Miriam del Río, ausente en Arriondas por causas ajenas a su voluntad, a las del director Sergio Vázquez y a las de la organización del concierto (que hicieron cuanto pudieron durante semanas para encontrar un o una arpista sustituta), pero sí estará presente en la Basílica de San Juan el Real en el mismo concierto de mañana, sábado, 28 de diciembre.
Recordamos a Miriam del Río en un concierto que ofreció en las Termas Romanas de Gijón hace casi un par de años; fue medalla de oro en sus estudios en París y es profesora de Arpa y Música de Cámara, además de solista de este instrumento en la OSPA (Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias).
Fue María Cueva Méndez la encargada de “dar vida” al arpa en este concierto parragués mediante el registro oportuno al teclado, todo un acierto resuelto con solvencia.
– La Joven Orquesta Clásica de Arriondas se presentó el pasado verano en la capital parraguesa de la mano de su director Sergio Vázquez Castañón gracias al patrocinio del Ayuntamiento de Parres.
Está formada por veinticinco miembros instrumentistas profesionales, titulados en su mayoría. El mes pasado actuó en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo junto a la soprano Tina Gutiérrez.
Hoy estuvieron presentes en Arriondas ocho violines, tres violas, dos cellos y un contrabajo, puesto que para este proyecto no se requerían instrumentos de viento metal, madera ni percusión.
Cerró este Oratorio de Navidad el “Tollite hostias et adorate Dominum in atrio sancto eius” (elevad sacrificios y adorad a Dios en su atrio santo) para coro, órgano y cuerdas.
Estos dos minutos corales parecen resumir la mejor sintonía entre el coro y la orquesta, con una sonoridad profunda y emotiva, ambos reforzaron el lirismo y aportaron un cálido sentimiento de clasicismo de cierre a la última partitura del francés, el cual vio cómo se interpretó durante años su “Oratorio de Navidad” en el maravilloso templo parisino de La Madeleine, uno de los edificios más perfectos del estilo neoclásico que un día concibiera el emperador Napoleón Bonaparte.
Un «bis» fue la ´propina´ del concierto, el potente “Quare fremuerunt gentes…?” (¿por qué se amotinaron las gentes…? para el coro mixto, órgano y cuerdas.
Con un lleno absoluto, el público aplaudió largamente este muy trabajado y bello concierto.
– Como es evidente no puedo concluir éste ya más que extenso comentario sin expresar lo que pienso sobre la labor del director Sergio Vázquez Castañón, la cual acaba de quedar de nuevo a la vista (mejor dicho, al oído).
Coordinar los distintos instrumentos no es labor fácil, corregir a los ejecutantes de la orquesta y acomodar simultáneamente el coro a la misma requiere el dominio de una interpretación rítmica, un empeño en las afinaciones o conocer la técnica de la orquestación sin titubeos, aplicando los mínimos “registros” personales que no se hagan notar en exceso para el virtuoso que escucha y observa.
Los conocimientos de Vázquez en armonía y composición (entre otros) tienen sus raíces en la Escolanía de Covadonga, en la cual se inició en este apasionante mundo de la música, escolanía que dirige el parragués Jorge de la Vega Laria, presente hoy para reforzar al coro.
Cree -por último- quien redacta estas líneas que un buen director de orquesta debiera ser un experto ejecutante como solista de alguno de los instrumentos de la misma, y Sergio Vázquez Castañón domina el órgano sin dificultad alguna, sobre todo cuando ante él reposan sobre el atril que preside el teclado partituras de Bach, Pergolesi, Stanley, Shubert, Fauré, Mendelssohn o César Frank -entre otros- como él mismo me comentaba en el atardecer del reciente día de Navidad.
Sergio -que también dirige la Coral de Ribadesella- aporta presencialmente una emotiva gestualidad interpretativa y, por otra parte, continúa su formación como Director de Orquesta con el maestro Patxi Aizpiri, del que hablé anteriormente.
Tras infinidad de horas de ensayos, este joven organista de la basílica de San Juan el Real de Oviedo y su aplaudido trabajo con la coral y la orquesta tiene un futuro abierto y muy prometedor.
El Ayuntamiento de Parres fue el organizador del concierto, al que asistió su alcalde y varios concejales, además del alcalde de Cangas de Onís que había sido invitado al evento.
Presentó el concierto con su habitual maestría y conocimiento de causa, Ángel Luege.
¡Felicitaciones, salud y toda clase de elogios para nuestra Coral Polifónica de Arriondas, la Joven Orquesta Clásica de Arriondas, solistas y para su director!
¡A las puertas del nuevo año 2020 brindemos para que sea el de la consagración definitiva de todos ellos y hasta puedan ofrecernos en la próxima Navidad los treinta minutos del genial “Gloria”, RV 589 en Re mayor de Antonio Vivaldi… o similar!