POR ANDRÉS MARTÍNEZ VEGA, CRONISTA OFICIAL DE PILOÑA (ASTURIAS).
La infatigable actividad a favor de la educación católica de don Pedro Poveda en el Real Sitio.
Bella y hasta misteriosa imagen la del hondón de Covadonga cubierto de nieblas cuando llega al Real Sitio un joven sacerdote, llamado don Pedro Poveda, de apenas 31 años, con el fin de incorporarse al colegio canonical de la vieja abadía. Andaluz, por más señas, nacido en Linares (Jaén), contaba cuando llega a nuestra región, y a pesar de su juventud, con una importante experiencia apostólica de carácter socioeducativo desarrollada en Guadix (1901-1905).
Su espíritu evangelizador, no obstante, le cambiará el rumbo de su vida al ser nombrado por Real Cédula del 4 de octubre de 1906 como canónigo de la Iglesia colegial de Covadonga. Aquí desarrollará una infatigable actividad a favor de la educación católica, y no solo desde el punto de vista teórico, sino también aportando sus inquietudes pedagógicas y llevando a la práctica algunos de sus postulados como fue la fundación de la Institución Teresiana, que este año celebra el centenario de su aprobación pontificia. Coincide tal efemérides con los 150 años del nacimiento de nuestro presbítero, con los 21 años de su canonización y con los 50 de su reconocimiento por la UNESCO como humanista y pedagogo.
FUENTE: https://www.lne.es/oriente/opinion/2024/09/14/nieblas-covadonga-108127388.html