POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
La situación en Ulea desde la instauración de la II República española, el día 14 de abril del año 1931; sucediendo a la Monarquía Constitucional encarnada por el Rey Alfonso XIII, era convulsa y confusa como en todos los publos de España. Los vecinos se sentían desorientados y los miembros de nla Corporación Municipal estaba muy divididos, incluidos familiares. Se respetaban pero «se miraban de reojo».
La situación era tan enrarecida que en la sesión ordinaria del pleno del ayuntamiento del día 31 de enero del año 1934, el Alcalde tuvo serias dificultades para hacer funcionar la maquinaría del Ayuntamiento con la normalidad debida; dado que la asistencia a los plenos de los miembros del Consistorio, era cada vez más escasa y encrespada.
A pesar de todo, se gestionaban los problemas de los vecinos, o al menos se intentaba y, el Secretario municipal Antonio Belmonte García, por orden del Alcalde, da cuenta de haber recibido de la Jefatura Provincial de Estadística, las listas de los quintos (servicio militar) a las que hace referencia el articulo 3º del Decreto de Presidencia de 5 de noviembre de 1930 anterior y se acuerda que se expongan al público, hasta el día 13 del próximo mes de febrero de 1931, a los efectos del artículo 4º, del mencionado Decreto.
Las arcas del Ayuntamiento estaban vacías y, tanto los servicios del pueblo como la higiene, estaban en un declive importante. Era en 1931 una época en la que todos protestaban y todos querían llevar la razón; ó, quizá no. Las basuras sin recoger, las calles sin limpiar y las tapias de huertos y corrales cayéndose.
En esa sesión ordinaria, a la que acudieron la mitad de los Concejales, el concejal José Ramírez Carrillo (el tío Frasquitón), manifestó que el callejón de la calle de Abajo, que llega hasta la acequia entre casas y huertas, se encuentra en tan mal estado de higiene y, a punto de que se desplomen sus tapias; con el grave peligro que puede ocasionar a los vecinos que por allí transiten. Por tal motivo, recomienda a la Comisión de Policía Urbana que se persone en dicho lugar y emita un informe detallado.
En el segundo punto de la Orden del día, se acuerda por unanimidad, nombrar a Julián Gonzálvez Cañavate (el tío capullo), cabo Licenciado, Tallador para las tareas del Reemplazo de los quintos del presente año 1934, con el salario de 10 pesetas como gratificación.
También se acuerda en dicha sesión ordinaria, que el reconocimiento médico de los quintos de reemplazo de ese año, lo realice el médico Luciano García Navarro, al que todos los miembros los asistentes al Pleno, dieron su visto bueno.
Debatidos los puntos de la Orden del día, el Alcalde Domingo Salinas Carrillo, levantó la delicada Sesión. Documento suscrito en Ulea, 31 de enero de 1934.