POR ANTONIO BOTIAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
A veces basta un pequeño gesto para que a uno le cambie la mañana. Y así pasa de ser un día más a un gran día. Eso me ha ocurrido ahora mismo. Mi estimado Paco Rabadan Aroca acaba de publicar una reseña sobre mi nueva novela que me ha llenado de alegría. Muchas gracias! Cualquiera que escriba sabe la importancia de llegar a los lectores. Con eso me basta. Aquí podéis leer que piensa de la obra.
RESEÑA
Sobre el Autor
Antonio Botías Saus (Murcia, 1975)
Licenciado en Periodismo y Medios Audiovisuales, publicó su primera colaboración en un diario cuando solo contaba con nuevo años de edad. Fue en La Verdad, donde luego formaría parte de las mejores plantillas de comunicadores del panorama nacional. Después de pasar por los micrófonos de la Cadena Ser y Radio Levante, escribió durante una década miles de reportajes diarios del Grupo Vocento, entre ellos el Norte de Castilla y el Correo Vasco.
En La Verdad ha creado un estilo propio, especializado en informaciones sobre Cultura y Patrimonio, junto a reportajes de corte humano y con una gran carga literaria, que le han valido destacados premios y reconocimientos, entre ellos el nombramiento como Cronista Oficial de la Ciudad de Murcia en 2013, a propuesta de más de 70 instituciones murcianas.
En una Sangonera donde los mochuelos alborotan y señalan a quienes van a morir, donde las autoridades presionan a las familias de los ancianos más incómodos para que ingresen en un centro asistencial, donde el cajero Adolfo prepara meticuloso y obsesivo un ataúd mientras su mujer le pide el divorcio, donde algunas personas atesoran el poder de ver a los muertosdeltodo o donde un alcalde lúbrico y violento se aprovecha de la pobreza de sus vecinas para obtener favores sexuales, se desarrolla la primera novela de Antonio Botías Saus.
Moviéndose entre el lirismo y la alucinación, entre el humor macabro y el análisis psicológico, Cuando vengan a por ti está llamada a convertirse en todo un acontecimiento literario.
Mi opinión sobre Cuando vengan a por ti
Que yo hable de la calidad narrativa de Antonio Botías resulta ampuloso. Sus miles de trabajos publicados en negro sobre blanco son la mejor tarjeta de visita que antecede a la figura de este periodista murciano. Con los premios y reconocimientos que atesora como comunicador, se podría empapelar mi casa y no quedaría sitio ni para la foto de la boda.
En cuanto a los contenidos de sus trabajos, en la región de Murcia solo podemos estarle agradecidos.
A través de sus ensayos, artículos y reportajes, hemos tenido la suerte de descubrir elementos e historias que forman parte de nuestra identidad cultural, de ese pasado tan nuestro que ha modelado el carácter murciano hasta nuestros días. Y subrayo la deuda de gratitud que le debemos porque, como sabe todo el que esté en el sector editorial, ese tipo de obras rara vez trasciende el consumo doméstico regional, y a pesar de que Botías es un superventas en la región de Murcia, dudo mucho que el esfuerzo titánico de la mayoría de sus trabajos haya sido recompensado en su justa medida.
Ahora, el sangonereño ilustre —es profeta en su tierra, incluso la biblioteca municipal lleva su nombre— nos presenta su primera novela, que es una pura delicia. Y es que la obra rezuma, sobre todo, ganas de ser novela. Tantos años de profesión periodística sujeto al corsé de tener que contar la verdad, y solo la verdad, le ha debido producir una erupción cuya única cura se encontraba en la ficción, en la posibilidad de aliñar los pasajes con metáforas —abundan y son magníficas— o dibujar personajes con ayuda del pincel creativo en lugar del puramente descriptivo. Intuyo que Antonio Botías tenía hambre de ficción, de la misma forma que el pescador profesional añora un buen filete de ternera.
Y ha mordido el pedazo de carne con ganas. La obra está preñada de nostalgia para los que tenemos recuerdos «de pueblo», pero la habilidad del autor no permite que sea lacrimógena, sino más bien todo lo contrario. El humor, aunque con ciertos toques negros, atraviesa las historias con magistral sutileza. Los personajes son rocambolescos, pero mucho me temo que alguno será auténtico. En definitiva, una obra encantadora que retrata la Murcia más profunda, la de las supersticiones, el caciquismo y un sinfín de colores más.