POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
(Datos técnicos)
María Stma. del Rosario, tallada en madera de pino en 1943 por el escultor granadino Domingo Sánchez Mesa. Expuesta al culto desde entonces en el convento dominico de Santa Ana de Villanueva del Arzobispo.
La imagen llega al taller para su restauración el 7 de noviembre de 2019, con claros síntomas de degradación y deterioro. Permanece en el mismo hasta el 10 de julio de 2020, un periodo más dilatado de lo previsto a causa de los meses de confinamiento del Covid-19.
A nivel de soporte mostraba movimientos de maderas generalizado, algunos muy comprometedores, que de dejarlos más tiempo darían lugar a la apertura del embón. Las articulaciones de los brazos habían perdido completamente su capacidad y habían sido intervenidas y fijadas con placas metálicas en una posición prácticamente fija. La peana se había deformado con movimiento de ensambles y juntas coladas abiertas, esto daba lugar a que no sentaba correctamente sobre el suelo y se balanceaba.
Desde el punto de vista cromático presentaba repintes puntuales de una antigua restauración en torno al año 2000. Estos no estaban mal ni eran incorrectos pero existían nuevas lagunas pictóricas en las mismas áreas que ya habían sido intervenidas anteriormente, lo que evidenciaba patologías que había que atajar en profundidad. La policromía original conservada en buena parte de la imagen si presentada dos tipos de degradado. Por un lado un fino cuarteado, apreciable a corta distancia por la pérdida de elasticidad de la capa pictórica, la parte buena es que no hay riesgo de desprendimiento. Por otro lado se aprecia un desgaste en manos tanto de la virgen como del niño y los pies del niño propios de la devoción. Es el tipo de desgaste natural por la exposición de la imagen a besamanos y tan preciado entre las imágenes de culto, que aunque puede afear el aspecto, pone de relieve el profundo significado de la Virgen del Rosario entre los fieles y devotos de María y su hijo, lo cual se ha considerado mejor respetarlo al no suponer mayor problema para la conservación.
En líneas generales se ha tenido que actuar en profundidad consolidando la unión entre maderas, reequilibrando la peana, a la que se le ha mejorado el sistema de fijación al paso. Ha sido necesario dotar de nuevas articulaciones a los brazos de la Virgen, con un nuevo sistema de fijación del niño que le permite movilidad y estabilidad. Se ha reforzado desde el interior el embón tratando de estabilizar una construcción que de origen muestra alguna que otra carencia, que provoca un envejecimiento prematuro del conjunto de la obra. También se ha mejorado sustancialmente la cogida de los atributos de la virgen a la peana, como son la media luna y el lábaro.
Cromáticamente se ha practicado una limpieza que empañaba y oscurecía de manera desigual el conjunto. Se han reintegrado las muchas faltas de color en toda la policromía. En las manos por el fuerte desgaste que supone el aderezo de joyas (anillos, rosarios, cadenas, etc). En la cabeza y cintura escapular, existían lagunas de capa pictórica así como los clásicos pinchazos por alfiler. En el resto de la imagen el movimiento de maderas había dado a pérdidas adyacentes de color. La peana por su lado, una vez reequilibrada, se ha retocado las faltas y puede volver a verse el marmolado original así como el oro de la moldura recuperado.
Cabe hacer mención a dos descubrimientos dados durante la intervención. El primero de ellos es haber podido encontrar de manera manuscrita y a lápiz las siguientes inscripciones: “Abril 1943 Granada” “Virgen del Rosario”. Esta inscripción adelanta un año la fecha en la que se creía la hechura de la imagen. Aparece otra inscripción a modo de firma, con las mismas características que las anteriores pero difícilmente legible. Queda pendiente su identificación para estudios futuros.
Otro descubrimiento ha sido que el niño poseía pestañas, en algún momento se le cortaron a ras de parpado. Al ser un elemento muy común en la obra de Sánchez Mesa, se decide reponer el postizo, recuperando mayor naturalidad y dulzura en la mirada del niño.
Miguel Ángel Calero Garrido
Ldo. Bellas Artes
(Miguel Ángel Calero, sigue aportando a la historia y arte de la localidad, su profesionalidad, su destreza y vocación, bien con la esmerada y cuidadosa restauración de las imágenes, María Santísima de la Encarnación, Cristo Resucitado, Verónica, Virgen de los Dolores…; más el grupo escultórico de El Cristo del Amor y la humildad en su sentencia, que procesiona en Semana Santa, el San Juan de la Cruz en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta o bien el Monumento a la Paz en Santisteban del Puerto o el de las Energías Renovables en Villanueva, más otras numerosas obras y restauraciones en distintas zonas de España)