POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE BEDMAR (JAÉN)
La Virgen de Cuadros y el Niño han sido restaurados por el restaurador D. Néstor Prieto Jiménez, en el taller que tiene en la Santa Iglesia Catedral de Jaén, donde llegaron las imágenes el 7/I/2018 y que volvieron al Santuario el día 11/III/2018, mostrando un nueva visión interna y externa de la Patrona de Bedmar y de la Señora de Mágina, gracias a la preocupación constante del Hermano Mayor y de su Junta Directiva, así como de todos los Hermanos/as y Devotos/as de la Señora, la Santísima Virgen de Cuadros [1].
1º) Estado de las imágenes de la Virgen de Cuadros y el Niño. Se tarta de una escultura realizada en varios bloques de madera policromada al óleo “embón” ensamblados, la primera, con una capa de preparación blanca y sin capa de protección, realizada por el escultor granadino D. Eduardo Espinosa Cuadros entre 1938-1939, mientras qu el Niño, de autor anónimo y catalogado como el original, aunque el uso de ojos de vidrio, lo que nos hace pensar, tano al restaurador, D. Néstor Prieto Jiménez, como a este Cronista, que puediera tratarse de una obra del siglo XVIII o, cuanto menos, de una modificación realizada en ese periodo, de acuerdo con el estudio y las imágenes realizadas por el citado restaurador en su visita al Camarín del Santuario de Cuadros el 2/XI/2017, por encargo de la Junta Directiva de la Hermandad de la Virgen de Cuadros, que presidía y preside, D. Juan José Romero Amezcua, su actual custodiadora y catalogadas ambas imágenes como Bienes de Interés Cultural –(BIC)-, por encargo de su referio Presidente-Hermano Mayor, tras haberse aprobada tal restauración en la Asamblea General Ordinaria que se celebró en el Salón Parroquial de la Avenida Virgen de Cuadros, nº 9, de Bedmar (Jaén), el 28/IX/2017, al encontrarse ambas imágenes en un estado de conservación catalogado por sus Hermanos/as asistentes como “regular”.
Recibido el encargo, el restaurador, realizó un Informe muy completo sobre los defectos encontrados, partiendo del soporte en el que están realizados –madera-. Dichos defectos consisten en la inestabilidad en las uniones en grado medio; la existencia de piezas desencoladas y desambladas, tambien en grado medio; las grietas y fisuras, en grado alto y las deformaciones, “alabeos” en grado medio. Finalmente tasó la valoración del trabajo a realizar, durante un plazo de dos meses, en 3.690,50 €, IVA incluido. El deterioro de las imágenes, a juicio del restaurador, se deben a las oscilaciones térmicas del Camarín y la exposición de la obra a altas temperaturas y en muchos casos, precipitaciones otoñales, durante su procesión en romería, tanto en su venida a Bedmar como en su retorno al Santuario -25/IX y Último Domingo del mes de Octubre-, lo cual ha provocado la aparición de importantes grietas en el soporte, mientras que en el candelero se encontraron grietas longitudinales que parecen corresponderse con la zona de unión de las distintas piezas de madera, al igual que sucede en el torso. Los ensamblajes de las articulaciones de la Virgen usan un “sistema de galletas” que en el caso de uno de los codos ha perdido su funcionalidad. Con respecto al Niño señaló que la principal alteración en él radicaba en la separación brusca de la mascarilla, la cual había sido reparada en 2009.
Con respecto a la capa de preparación, dorado y policromía, el Informe nos dice que los movimientos naturales de la madera contribuyen a la aparición del característico cuarteado longitudinal existente en zonas como la frente de la Virgen. Unas obras éstas, que presenta también pérdidas de preparación y policromía en zonas tan vitales como el rostro de la Virgen y la imagen del Niño. Las pestañas de la Virgen se encontraban desprendidas de manera parcial y su torso mostraba numerosos arañazos provocados por alfileres. El tamaño de la corona había generado desprendimientos de policromía en el cabello, y los desgastes en el perno que la mantenía fijada a la cabeza han provocado que deje de cumplir su función. En la talla del Niño se han detectado importantes ampollas que corren el riesgo de desprenderse con una manipulación inadecuada de la obra.
También advertía de que en todo proceso de restauración se suele finalizar con la aplicación de una capa de protección -(barniz)- para evitar que los depósitos de suciedad entrasen en contacto directo con la obra. Estas capas de protección con el paso del tiempo terminan por amarillear a consecuencia de su envejecimiento y oxidación, aunque durante el reconocimiento visual de la obra no había podido confirmar la presencia de esa capa, aunque no descartaba su existencia. El mantenimiento de la talla ha favorecido que no presente suciedad superficial, no obstante si que hay depósitos adheridos por la naturaleza grasa de los mismos en las manos de la Virgen. Ambas obras han sido restauradas en varias ocasiones, aunque no existen “Memorias” justificativas de las mismas, salvo en el caso del Niño, en la restauración ya citada de 2009. Es posible que la imagen de la Virgen haya recibido un tratamiento más superficial que el del Niño, por lo que durante el examen organoléptico al que han sido sometidas las piezas se detectó que la imagen del Niño parece presentar abundantes reintegraciones cromáticas. Este dato constataba el mal estado de conservación en que debía encontrarse su policromía, por lo que era preciso exponer ambas obras a luz Ultravioleta (UV).
Con todo lo expuesto con anterioridad se llevaron a cabo las siguientes actuaciones:
-Con respecto al SOPORTE, se procedió a la limpieza de la suciedad superficial; a la Consolidación de las grietas; el tratamiento preventivo antixilófagos y de protección; la reparación del sistema articulado de los y se recomendó la sustitución del perno de la cabeza de la Virgen por un pollero.
-Con respecto a los ESTRATOS DE PREPARACIÓN Y COLOR, se realizó la protección y la fijación de las capas de preparación y policromía; la realización de los pertinentes test de solubilidad; la limpieza físico-mecánica de la capa de policromía; la reintegración matérica y cromática de lagunas y la aplicación de la capa de protección: Capa de barniz retoque y Capa final de barniz pulverizado.
Como OBSERVACIONES se indicaban las que siguen: La intervención se basará en un tratamiento de conservación siguiendo los criterios actuales de restauración, donde el envejecimiento natural de los materiales se considera la pátina del tiempo y, al ser este, un valor que debe conservarse hay que evitar siempre repintes y tratamientos que supongan un falseamiento de la obra original. Por tal motivo, en lo referente a materiales y técnicas, los principios seguidos fueron los de: Reversibilidad. Inocuidad y Discernibilidad.
Con respecto al Niño se señalan los siguientes defectos que se detectaron en las fotografías que siguen y que ya se han descrito con anterioridad:
Llevados a cabo todos los trabajos, las imágenes de la Virgen de Cuadros (1938-1939) y del Niño –imagen del Barroco- regresaron al Santuario de Cuadros (Bedmar) el 11/III/2018, presentando este magnífico estado, tal y como se aprecia en esta excelente fotografía, a la espera de ser coronada canónicamente.
NOTA:
[1] Todo mi agradecimiento al Presidente-Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen de Cuadros, D. Juan Jose Romero Amezcua por haberme facilitado esta preciosa documentación, para entender mejor la imperiosa necesidad de la restauración de ambas imágenes y su resultado final, magnífico e impresionante. ¡Gracias Presidente!