POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
El martes subí al Retriñón desde Felechosa, con Miranda y Lavilla. Dejé mi utilitario donde la Ermita de las Angustias y, como Aguirre/Klaus Kinski entre manglares, emprendimos la subida a la vera del arroyo del Fresnedo, que rebosa sobre el sendero y convierte el recorrido, ¡oh, Virgen!, en un angustioso ascenso fluvial por el Piornal, Piropico, Suerte Mala, Casa Quentu, el Gamonal, la congostura Allerana, siempre cascada arriba, cual Jeremy Irons escalando Iguazú para alcanzar el poblado guaraní, con agua hasta vega Valencia y el collado Felguera, a 1.300 metros de altura, para afrontar el cono final, nuestra particular misión, casi 600 metros más de desnivel, por el Chirrial, con neveros, descollar más arriba de La Muezca y, siguiendo la cresta alcanzar la cumbre, mirador de Asturias. ¡Ah, y en el buzón del Cielo encontré una carta manuscrita, de una mujer a su hermana! Mañana os la transcribo.
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/retrinon.html