La filóloga y el historiador han conformado el cartel de este jueves en la penúltima sesión de las Jornadas de Historia de Ceuta.

Bucear en los primeros años de la Revista de Tropas Coloniales es hacerlo en la historia colonial española en Marruecos. En esta aventura, las Jornadas de Historia de Ceuta, organizadas por el Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) y dedicadas este año al centenario de la fundación de esta publicación de corte militarista creada Ceuta, han tenido hoy como cicerones a la doctora en Filología Carmen Marchante y al historiador y presidente del Instituto, José Antonio Alarcón, cartel de esta sesión de jueves en la biblioteca «Adolfo Suárez».

La Revista de Tropas Coloniales se editó en Ceuta hasta el año 1936 para trasladarse en 1942, con el intervalo de la Guerra Civil, a Madrid. En esta primera época (1924-1936), la publicación tuvo una amplia y significativa nómina de colaboradores. Alarcón se han encargado este jueves de desgranar un buen número de sus perfiles biográficos

Según ha explicado el historiador, durante estos doce años pasaron por la revista hasta 258 colaboradores, de los cuales unos 150 eran militares. Durante su intervención, Alarcón ha glosado el perfil del grupo atendiendo a sus posiciones ideológicas y, por extensión, al bando en el que acabarían combatiendo en la Guerra Civil.

«Muchos de ellos vivían en Ceuta, eran, sobre todo, militares destinados a la fuerza occidental –ha explicado el ponente- De hecho su primer director iba a ser el segundo jefe de la Comandancia de Ceuta, que no era otro que Gonzalo Queipo de Llano»

La Línea de Lau

La Revista de Tropas Militares reflejó hechos de armas de la campaña colonial española en unas crónicas que han sido objeto de estudio por la doctora Marchante. La filóloga ha centrado su atención en la conocida como la Línea de Lau, un eje fundamental de comunicación en el Protectorado, una línea de posiciones que costó trabajo y sangre mantener.

Sobre el estudio de documentos depositados en el Archivo General Militar de Madrid, Marchante ha hecho un seguimiento sobre una época y unos protagonistas enfrentados a una situación sin salida.

«La del Protectorado era una situación difícil de sostener con un Primo de Rivera que no tenía un plan definido, que andaba improvisando –explica la filóloga- Una analiza los informes elaborados por los distintos jefes y hay años luz entre los logros del día a día y lo que se proponían hacer».

Con todo, Marchante incide particularmente en la contradicción que ha advertido en las narraciones contenidas en la revista, unas contradicciones que revelan una mirada distanciada ante una situación político y militar de difícil resolución. «Eran militares que hablaban de fomentar el conocimiento del mundo rifeño, y lo hacían porque lo otro era una vía sin salida. Esa contradicción es muy interesante para los estudiosos», señala.

Las Jornadas del IEC se clausurarán mañana con la participación del cronista oficial de la ciudad, José Luis Gómez Barceló, y de la doctora en Filología Árabe, Rocío Velasco.