POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

Ricardo, asturiano que llegó para estudiar en Andalucía, se formó como docente y ejerció en SAFA de Villanueva del Arzobispo, tras medio siglo aquí. retorna, junto a su mujer a Oviedo para estar con sus hijos y nietos. Cuenta con numerosos artículos en distintas revistas y ha publicado varias obras: “El humanismo de la Familia Benavides Bueno”, la novela “Ainda” y “Ainda, corazón de madre”.

Esta nueva obra editada por Editorial Talón de Aquiles, cuenta con la portada del gran diseñador, Daniel Campos, y el prólogo de Fátima Uceda Vañó.

Fátima escribe: “Nuestro autor. Un maestro jubilado que no abandona la vocación de enseñar. Ya sea a través de sus novelas “Ainda” en sus dos partes o de este “nivolo”, él siempre es un modelo educacional. Cada línea de este relato es una lección única. El resto de lectores podemos sentirnos afortunados  ya hoy por poder ser cómplices  de tanta hondura y altura intelectual”.

Del texto de la contraportada, destaco:

La primavera florida es el camino hacia el deshojado otoño.

El nivolo : “El Gallo Quirico, el gato Rodolfo y dos jubilados en un hórreo”, realiza una reflexión fundamental en el forzoso aislamiento, que hemos vivido y casi olvidado. Es un apólogo con una única acción y enredos, con pinceladas de ficción narrativa a modo de cuento infantil”

La infancia es el ancla que echamos en el puerto de nuestra vida. Ricardo, vuelve a la Asturias de su niñez, al hórreo familiar,  miles de recuerdos, de sendas por las que había dejado las huellas de sus carreras y pasos; de unas montañas desde las que había percibido paisajes inolvidables. A veces enlaza los recuerdos de su niñez en Levinco, con su periodo en tierras andaluzas. Practica la filosofía a través de cientos de diálogos, con su esposa Mari Juana, parte destacada de esta obra, en otras ocasiones, son sus nietos los que intervienen. En caminatas por las sendas del ayer; en numerosos momentos de expresar sus sentimientos escondidos  Se muestra unido a su paisaje, al que defiende de la especulación o destrozo,  a su vocabulario, insertando numerosas palabras del vocabulario asturiano. con el significado, a sus sencillas gentes con las que conversa a diario, a la presunción de su Gallo Quirico, a las escapadas del gato Rodolfo.

Excelentes descripciones de los lugares por los que transita para viajar  de nuevo a Villanueva; volver al lugar de su primavera -otoño, recuerdos de espacio, muebles, cuadros, adornos de fotos y cuadros.

La palabra “nivolo”, que se inventa el autor o los editores, entre novela y cuento… me parece un trabajo muy interesante surgido en la gran epidemia, que marca nuestra vida pasada y presente.

Un acierto que las personas amen a su lugar de origen, que sean abanderados en otros lugares, Ricardo ha logrado que estos rincones andaluces de Villanueva amen y conozcan Levinco y sus vecinos, igual que sé que han llevado el nombre de nuestra ciudad, las historias y productos a las amables y  sencillas gentes asturianas.

FUENTE: M.L.F.