POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

¿Se acuerdan ustedes de una revista semanal, satírico-humorística, titulada LA CODORNIZ? Se subtitulaba como «La revista más audaz para el lector más inteligente» y en ella, de vez en cuando, aparecían viñetas que con su texto eran verdaderos torpedos políticos. Como aquella en que se veía al «hombre del tiempo» interpretando las isobaras con esta consecuencia: «Fresco general, procedente de Galicia, domina toda España».

Evidentemente, hubo de cumplir «obligada sanción».

En esa revista fue colaborador asiduo el alicantino Jorge Llopis (1919-1976), escritor satírico, actor, dramaturgo, cuya obra más famosa fue «Las mil peores poesías de la lengua castellana».

En ella, con una gracia enorme, aparecen las «Rimas al huevo frito», compuestas al modo de Bécquer.

Está claro que cuando hablamos de huevos fritos nos referimos a los de gallina; y «rayando la excelencia» a los huevos de gallina de corral, de aldea, a los de esas gallinas que gozan de gallo joven y enamoradizo.

¿Saben que antiguamente a los huevos de gallina sin gallo o con gallo viejo e inútil los llamaban «huevos claros» y tenían menor aprecio?

¿Y cómo se fríe un huevo?

El auténtico HUEVO FRITO debe prepararse así: se separan clara y yema; se bate un poco la clara hasta formar pequeñas burbujas blanquecinas y de inmediato se vierte sobre aceite caliente en sartén; cuando esté a medio cuajar se incorpora la yema (en el centro) y se baña con aceite sin llegar a cuajar. De este modo la yema se verá rodeada de «clara a la puntilla».

Los huevos que habitualmente llamamos fritos debieran denominarse estrellados.

Y, ya como final, disfrutemos con una de esas «Rimas»: «Del salón en el centro, la mesa / ostentaba el condumio casero / y en un plato de lúcida loza / veíase el huevo. / ¡Cuánta clara tenía en la cara! / ¡Cuánta yema tenía en su pecho / aguardando la mano de nieve / que moje su centro!. / ¡Ay, pensé, cuántas veces el hombre / está frito cualtímido huevo, / esperando una voz que le diga: / «Este mes te subimos el sueldo!».