POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
El Juzgado investiga las cuentas del Rincón Cubano, que abre por San Mateo y despacha mojitos Che Guevara (cóctel de ron, azúcar y hierbabuena), daiquiris (ron blanco con limón criollo), Subcomandante Marcos (tequila y a lo mejor cointreau)… Centenares de estos combinados con sus tapas se venden cada jornada y al cliente se le entrega ticket de consumición, con el CIF del chiringuito, teléfono, sede social, nombre del camarero, fecha, precio con IVA deshuesado… Entre la cocina y el almacén, un profesor mercantil lleva contabilidad y almacén, inputs y outputs, en tiempo real, con dos auditores que se alternan día y noche, Pricewaterhouse y Arthur Andersen. Hasta donde yo sé, en cada ejercicio se equilibra lo comido con lo servido, y si hubiere beneficios, que Dios no lo quiera, vuelan para los huérfanos de la Revolución. Pongo la mano en el fuego.
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