POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE HINOJAL (CÁCERES).
Recibo en mi casa, a través del sanvicenteño Manuel Ortiz Cid de Rivera, vecino de Alcorcón, unas fotocopias del investigador local de San Vicente de Alcántara Ángel Reyes Manso, que ha estudiado y publicado en la hoja parroquial la historia de religiosa de su pueblo. Entro en internet y al poner el nombre de Ángel Reyes me encuentro que ha publicado en dos tomos la historia de este pueblo de la provincia de Badajoz, que hasta 1958 perteneció a la diócesis de Coria-Cáceres. Se trata de la magna obra “San Vicente de Alcántara. Quinientos años de historia, 1429-1930).
En su breve historia sobre la parroquia de San Vicente mártir, publicada en el trimestre de julio a septiembre de 1994, Reyes Manso hace una mención especial por sus virtudes y acción social de D. Feliciano Rocha Pizarro, que dirigió la grey sanvicenteña durante seis años (1903-1909).
En su biografía destacamos lo que escribe, en julio de 1994, Ángel Reyes de don Feliciano: “En junio de 1903 es nombrado cura de término de San Vicente de Alcántara. Don Florian Miranda, canciller secretario de la diócesis de Plasencia describe en el Boletín Oficial de dicha diócesis, los motivos de su nombramiento con estas palabras:
“…Otra Parroquia, San Vicente de Alcántara, es también preocupación constante del Prelado. Allí el laicismo ha echado hondas raíces y una ola de apostasía penetra en todos los hogares. Cuando en la diócesis de Coria, ni casi en España eran conocidos los entierros y matrimonios civiles, en San Vicente hay más de un cincuenta por ciento de entierros laicos celebrados con gran pompa y aprovechados precisamente como manifestaciones de impiedad para herir los sentimientos de los católicos y especialmente al clero… En la feligresía y entre las mismas masas anticlericales se habla del nuevo Párroco como de algo providencial lo que enfurece más a los dirigentes de aquellas organizaciones obreras que desatan furiosa campaña de odio y de persecución contra la Iglesia y el clero…”
Durante su estancia en San Vicente de Alcántara, don Feliciano, “gran conocedor de las reformas sociales de la época, va aglutinando primero a los propietarios con los que crea la Caja Rural Católica de San José y, posteriormente a los obreros, fundando el Sindicato Agrícola Católico San José, que en un principio se llamó “Nuestro Señor Jesús Nazareno”. Ambas instituciones han sido estudiadas por este investigador de la localidad y publicadas en 1992. De ambas entidades, creadas por don Feliciano se dará cuenta con las aportaciones hechas por el investigador sanvicenteño.
La razón de llamarse este sindicato de Jesús Nazareno se debe a la imagen barroca que esculpió en 1634 el escultor de Alcántara Sebastián de Paz y que fue trasladado en el siglo XIX desde el conventual de San Benito de Alcántara a San Vicente, tras la Desamortización de los bienes de la Iglesia y que hasta finales del siglo XIX era un crucificado, pero reconvertido a nazareno por el escultor Jesús García Guerrero en 2014.
Feliciano Rocha Pizarro dejo la parroquia de San Vicente en 1909 para trasladarse a Cáceres, donde fue párroco de las iglesias de San Mateo y de Santiago hasta el año 1918 que entró en el Cabildo de la Catedral de Coria.