POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
“Ayme que soy clavado/en este cruel madero/y en esta cruz peno y muero/con paciencia/Ayme que dan mi sentencia/mis crueles enemigos/y mis prosimos amigos/se alejaron/Ayme mi cuerpo plegaron/de los pies a la cabeça/tieneme pieça por pieça/desmembrado/Ayme que soy coronado/con espinas muy estrañas/que traspasa mis entrañas/sin piedad”.
Diego Sánchez de Badajoz fue un sacerdote extremeño (Talavera la Real, ¿1485-1552?), bachiller por la Universidad de Salamanca. Vinculado a la diócesis de Badajoz y a la familia de los Suárez de Figueroa (Casa nobiliaria del ducado de Feria), es autor de “Recopilación en metro (1554)”, donde destacan 28 “farsas”, de fuerte contenido doctrinal; siendo su respuesta a la encrucijada teológica de la época.
La fotografía muestra “El Calvario” del ático del retablo mayor de la iglesia parroquial Ntra. Señora de Gracia de Talavera la Real. Cristo en la cruz, acompañado por la Virgen María y San Juan. La obra del retablo fue contratada en 1588 a los maestros pacenses Antonio de Auñón y Vasco Martín, a quienes se les confió la arquitectura y talla siguiendo la tradición plateresca con algunos apuntes clasicistas propios del último Renacimiento. Mientras que la obra de pintura, dorado y estofado, los comitentes la adjudicaron a Alonso González y Marcos de Trejo, que plasmaron su filiación moraliana, fueron discípulos del pintor Luis de Morales, con algún apunte del clasicismo romanista de la época, aunque no debieron terminar la obra, ya que fue rematada por el pintor Sebastián Salguero en la segunda década del siglo XVII.
NOTA: El significado de Ayme, puede traducirse en ¡Ay de mí!