ROOSEVELT Y LA MUERTE DEL PERIODISMO
Dic 22 2019

POR EDUARDO JUÁREZ VALERO, CRONISTA OFICIAL DEL REAL SITIO DE SAN ILDEFONSO (SEGOVIA)

Theodore Rooselvelt.

Andaba un servidor el otro día trasteando entre documentos, que me encontré con una efemérides digna de reseñar en este centenario periódico. Resulta que el 8 de junio de 1914, el rey Alfonso XIII, mientras jugaba un partido de polo en su flamante nuevo campo de Navalaloa, recibió la visita del ex presidente de los Estados Unidos, Theodore Rooselvelt, acompañado de dos de sus hijos, Alice y Kermit, más la prometida de este último, la señorita Belle Wyatt Willard. El rey, sorprendido por tan grata visita, tuvo la consideración de recetar a sus ilustres visitantes y huéspedes un paseo por el Jardín en un carruaje de la Real Casa tirado por mulas, que es bien sabido el gusto que los republicanos han tenido siempre por la monarquía.

Al parecer, el hijo de Teddy Rosevelt, Kermit, iba a casarse en Madrid con la hija del entonces embajador de los EEUU en España, Joseph E. Willard. Y no crean que era de extrañar eso de casarse en otro país, siendo como había sido durante toda su vida aquel presidente, padre y suegro, respectivamente. Líder del Partido Republicano y fundador del Partido Progresista en 1912, destacó entre todos los políticos de aquel país tan atípico para la política por haber superado innumerables dificultades y conseguido los más sorprendentes objetivos a lo largo de toda su vida. De hecho este debilucho y asmático joven que hubo de estudiar Historia Natural en la universidad de Harvard, que se había consagrado como experto historiador naval, había decidido luchar contra sus incapacidad física practicando todo tipo de deportes, como el boxeo y la navegación, e incluso sobrevivir como cowboy de éxito en un racho de las Dakotas. Designado representante de la asamblea del estado de New York, recibió la encomienda de acabar con la corrupción endémica de la policía de la gran ciudad, lo que le acarreó una gran fama de político honesto. En 1902 consiguió ser gobernador de aquel estado tras una reñida votación, alcanzando la vicepresidencia de los EEUU el 4 de septiembre de 1901. El 14 de septiembre de ese mismo año, habiendo sido asesinado el presidente William McKinley por el anarquista Leon Czolgosz, Teddy Rooselvelt acabó jurando el cargo de Presidente de los EEUU a los 42 años, siendo el más joven en acceder a la más alta magistratura de aquella nación.

Ahora bien, no crean que este presidente tan popular, tan celebrado por los estadounidenses como un hombre de éxito, capaz de superar todas las dificultades, incluso las que te impone la naturaleza propia, de representar el sueño americano por excelencia, este presidente joven, honesto, honrado y animoso, alcanzó la presidencia de una forma respetable. No me cabe duda de que todo lo dicho le valió una imagen intachable de político de confianza entre sus compatriotas votantes. Mas, sinceramente, sin la guerra contra España, jamás habría conseguido llegar a tan alta posición. De hecho, su participación en la guerra hispano-estadounidense, intrascendente en lo militar, fue la mejor de las campañas políticas posibles. Y no crean que fue algo previsto, sino, como todo en este personaje que construyó la opinión pública estadounidense, excesivo. Ya me dirán cómo explicar que el Secretario de Estado de la Armada dimitiera de su cargo para constituir una unidad militar voluntaria, los Rough Riders, se alistara y fuera a la guerra feliz y contento de defender los intereses de su país.

Estarán pensando que todo respondía a la impostura generalizada que lo político ha conllevado a lo largo de la historia. Y acertarán. Es obvio que la citada guerra que liquidó los intereses españoles fuera de la península, haciendo que esta nación combatiera una guerra sin recursos ni apoyo en ninguno de los casos, que provocó el abandono definitivo de la España de allá y una crisis institucional que desembocó en el fracaso del enésimo modelo de Estado español, fue construida desde la mentira, la manipulación y la falsedad periodística.

En efecto, William McKinley, con Teddy Rooselvelt de Gobernador de New York, había sacado del baúl de los recuerdos la llamada doctrina Monroe, que no era más que una baladronada nacionalista que establecía la imposibilidad de aceptar potencia alguna no americana en el continente. Y, puestos a elegir un principio, empezaron por una potencia en retirada: España. A partir de ahí, la colaboración de dos miserables y degenerados magnates de la comunicación, William Randolph Hearst y el tan cacareado John Pulitzer, permitió desarrollar una campaña de noticias falsas y manipulación de la opinión pública contra los intereses de los españoles en América tan eficaz que nadie se preocupó de investigar las mentiras vertidas sobre la explosión accidental del cargamento de carbón depositado en el acorazado Maine. Bajo el lema “Ustedes pongan las fotografías, que nosotros pondremos la guerra”, el gobierno de McKinley liquidó la presencia de España en Cuba, expulsó a esta nación de Filipinas –abocada a una guerra de independencia que duraría hasta 1944- y provocó la venta de Puerto Rico, desde entonces unido a los EEUU y nunca integrado en la Unión, como un estado de segunda categoría, según se vio recientemente tras los destrozos terribles del huracán María en 2017.

De modo que, cuando vean a profesionales de los medios de comunicación, que no periodistas, regodeándose con el afamado premio Pulitzer entre sus manos, recuerden la visita de Teddy y su prole al Paraíso, construida su dignidad y prestigio con la mentira de aquellos dos sinvergüenzas y una clase política vendida a los intereses parciales que no tuvieron, no tienen, en cuenta el sufrimiento que la consecución de sus objetivos conlleva; que en la muerte del periodismo está la impunidad de los políticos misérrimos que sufrimos, siempre perdidos en el chalaneo y venta de votos y apoyos para conseguir nada y que la nada se adueñe de todo lo que nos rodea, abocándonos al fracaso continuo y periódico del modelo de Estado que no hemos sabido darnos en más de quinientos años de incapacidad, corrupción, desidia y mentira institucionalizada.

Fuente: https://www.eladelantado.com/

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO