POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Como buen Géminis, suelo correr el doble que los demás para quedar donde estaba; en muchos casos sin dar un palo al agua erraría menos. El veterinario piloñés, residente en Oviedo, Alfonso Llano Terán, me contó que un ganadero llamó al veterinario del pueblo, aquellos albéitares; su vaca padecía hipertiroidismo, estrabismo convergente, los ojos se le habían caído y apenas asomaba la pupila sobre los párpados de abajo, de tal manera que presentaba los ojos en blanco, todo córnea; su vaca parecía Platón. El ganadero urgía al veterinario a intervenir pero éste (que no era Géminis) prefería esperar a ver cómo evolucionaba el caso, hasta que el ganadero le dijo: “Si esperamos mucho no hará falta operarla porque quizá los ojos, por el rumbo que llevan, terminen dando la vuelta completa y vuelvan a colocarse en su sitio. Eso pienso de las personas cabales (no sólo políticos): nos radicalizamos pero el tiempo nos centra.
Fuente: https://www.lne.es/