LA OBRA SE PRESENTA EL DÍA 16 DE MARZO EN EL TEATRO ECHEGARAY DE CUEVAS DEL ALMANZORA Y ESTÁ PROLOGADA POR ENRIQUE FERNÁNDEZ BOLEA, EL CRONISTA OFICIAL
Arráez Editores comienza 2019 con la edición de una obra muy importante para Almería como son las memorias del poeta José María Álvarez de Sotomayor, hasta ahora inéditas, que escribió en 1947 y que ahora ven la luz. El artífice de este acontecimiento editorial es Pedro Perales Larios, encargado de la edición, del estudio preliminar y notas a esta edición.
Precisamente la obra titulada Mis Memorias se presenta el 16 de marzo a las 20 horas en el Teatro Echegaray de Cuevas del Almanzora (Almería). En este acto estarán presentes el alcalde de Cuevas, Antonio Fernández Liria; Julia Llera Martínez, bisnieta del poeta; Juan Grima, editor; Enrique Fernández Bolea, cronista oficial de Cuevas del Almanzora y el biógrafo de Sotomayor y autor de la edición, Pedro Perales Larios.
Precisamente, Perales Larios apunta que “estas Memorias representan una prodigiosa y casi inagotable fuente de información en todo lo relativo a la vida y la obra del poeta y dramaturgo cuevense José María Martínez Álvarez de Sotomayor, más conocido en el ámbito literario como Poeta Sotomayor”.
“Desde que a principios de los ochenta del siglo pasado accedí por primera vez al archivo de nuestro poeta y tuve la fortuna de conocer las Memorias, supe que sin su lectura nunca llegaríamos a tener una idea cabal y completa ni de la personalidad ni de la obra de su autor. Hoy, aunque hayamos tenido que esperar algunos años más de lo deseable, ya disponemos de esa posibilidad”.
Perales sostiene que “son una valiosa fuente de información para el conocimiento de la historia local de Cuevas del Almanzora, así como un documento de valor etnográfico incomparable para el estudio de determinadas parcelas de la vida y el ambiente socio-económico y cultural en el que se desenvolvía la sociedad de aquella época, especialmente esa élite social a la que pertenecía la familia del poeta, aquella que desde algunos años antes de que éste naciera en 1880 se había convertido en una nueva y poderosa burguesía nacida a raíz de la riqueza minera que surgió como consecuencia del descubrimiento de ricos filones argentíferos en la cercana Sierra Almagrera”.
Aparte, las memorias “constituyen un interesante complemento para el retrato de la vida y costumbres de otra clase más humilde, la de los labriegos, que nuestro autor convierte en los principales protagonistas del bloque de contenidos más importante de su producción literaria, en la que los eleva al rango de Caballeros del Campo, denominación que sirvió como título a uno de sus libros”.
Pero las memorias está claro que sirven para conocer más en profundidad a Sotomayor. “En ellas Sotomayor ofrece ordenadamente la génesis y toda la trayectoria de su carrera literaria, nombres y fechas concretas de periódicos y revistas con las que colaboró, inquietudes culturales, preferencias literarias, aficiones musicales, resortes y motivaciones para la escritura y publicación de todos sus libros, tanto de poesía como de teatro, fechas, ciudades y teatros de los estrenos y recitales, su relación con escritores y artistas de la época, pormenores de alguna relación profesional, factores que fueron decisivos en la consecución de éxitos o fracasos, noticias de compañías de aficionados nacidas con el exclusivo propósito de representar algunos de sus dramas, dossier de la crítica aparecida en la prensa local, provincial y nacional, etc-” apunta Perales.
“Como es lógico, Sotomayor dejó constancia en ellas de todas aquellas facetas, aspectos, dimensiones y anécdotas de su vida que conscientemente quiso que conocieran sus familiares, amigos y todos los posibles lectores de las mismas, y lo hizo, también como es normal, de la forma que él consideró más acorde para darlas a conocer, o incluso, en ocasiones, de la forma en la que él habría deseado que hubieran sucedido”, explica Perales, autor de la edición.
Enrique Fernández Bolea en el prólogo de la obra sostiene que “mi interés por la figura del poeta al que conocía como todo cuevano, pero no valoraba en su justa medida se acrecentó cuando allá por el lejano 1997, con motivo de la celebración del cincuenta aniversario de su muerte, me involucre en un ciclo de conferencias que abordaban su vida y obra. Se me propuso que indagase en la trayectoria ideológica de Sotomayor, argumento que desde el primer momento asumí con cierta cautela, pues sabía de la controversia que había marcado, a veces de manera dramática, la existencia de nuestro personaje”.
“Esta obra, además de reproducir con fidelidad absoluta las Memorias legadas por nuestro poeta, incluye un “Estudio preliminar” fundamentado en el dominio de un amplísimo conocimiento que va más allá de lo que se lee, más allá de la mera interpretación literaria, para instalarse en el terreno de lo psicológico”, dice Fernández Bolea.
“Perales sabe quién es Sotomayor, sabe de sus defectos y virtudes, de sus inclinaciones y debilidades, y se adentra con competencia en la época y las circunstancias en que su obra se gestó; de ambas sesudas apreciaciones resulta una interpretación muy solvente, como nadie más podría hacerla, que nos coloca con eficaces herramientas en la antesala de la lectura de lo que el poeta vivió, sintió, disfrutó y padeció, expresado todo ello en este testimonio excepcional”, mantiene el autor del prologo.
Sotomayor nació el 28 de septiembre de 1880 en Cuevas del Almanzora. Contrajo matrimonio el 1 de enero de 1905, en Cuevas del Almanzora, con Isabel Márquez Gómez, la «fuente de los cantares» del poeta, a quien dedicará el libro que lleva su nombre. Viven primero en la plaza de la Constitución, número 15, donde nace el único hijo, Pedro José.
En 1912, se trasladan a la calle de la Rambla, a una casa propiedad de los padres de Isabel. En primavera y otoño, se recluye en su cortijo de Calguerín. Allí escribía y recibía a los amigos con los que charlaba hasta la madrugada. El 10 de abril de 1940 contrae segundas nupcias con María Josefa Mula Sangerman.
Estudió en el colegio de enseñanza privada Nuestra Señora del Carmen donde el 27 de septiembre de 1890 realiza el examen de la primera enseñanza, obteniendo la calificación de sobresaliente. Este mismo año inicia los estudios de Bachillerato, examinándose en el Instituto de Segunda Enseñanza de Almería.
Durante los cinco años en los que se dedica a estos menesteres (1890-1895), logra unas calificaciones más que notables. El 29 de junio de 1895 realiza los ejercicios para obtener el Grado de Bachiller. A pesar de las notas, se inclina por la carrera militar.
Pedro Perales, un estudioso de la vida y la obra del poeta de Cuevas
Perales Larios nació en Cuevas del Almanzora en 1951. Es licenciado y doctor en Filología Románica por la Universidad de Murcia, en la que también realizó estudios de Filología Clásica. Es catedrático, ya jubilado, de Lengua y Literatura Españolas, miembro del Instituto de Estudios Almerienses, en cuyo Diccionario Biográfico de Almería ha colaborado con varias biografías, y también con artículos en su Boletín. Ha publicado
Numerosos trabajos relacionados con su labor docente, algunos recogidos en Recopilación de estudios lingüísticos y literarios. Es autor de La poesía popular en Al-Ándalus: las jarchas y de numerosas publicaciones en diversas revistas y libros colectivos, la mayor parte de las cuales se ocupan de diferentes aspectos relacionados con personajes, costumbres y otros elementos de valor antropológico y etnográfico de la comarca del Levante almeriense, por la que siente un amor sincero de hijo agradecido.
Fruto de ello son también las investigaciones y libros dedicados al estudio y recuperación de la obra del poeta Sotomayor, sobre el que realizó su tesis doctoral y las ediciones de la obra inédita Pan de Sierra en 1988 y de las Obras Completas en 1997.
Fuente: https://www.diariodealmeria.es/ – D. MARTÍNEZ