POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Las tormentas de verano nos dejan imágenes de gran plasticidad para el recuerdo. Y a veces también algunos litros de agua que le vienen de perlas a nuestros agostados, resignados y abnegados campos. ¡Ay Castilla, cómo me duele verte lúgubre, cada vez más llena de vacíos y de ausencias! ¡Buen día!