POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Aunque este año los católicos vamos a vivir la Semana Santa de forma diferente por las peculiares y dramáticas circunstancias que estamos atravesando, cada vez que llegan estas fiestas, mis recuerdos siempre me llevan a la niñez y a los muchos oficios y ritos religiosos a los que teníamos que asistir sí o sí. Y tengo grabado a fuego en mis oídos el sonido de las carracas, que, al menos en FUENTEPIÑEL, se utilizaban para sustituir a las campanas el jueves y el viernes santos para convocar a los fieles a estos oficios. Era normal que los chicos fuéramos en cuadrilla por las calles del pueblo haciéndolas sonar a la vez que proclamábamos nuestro mensaje: «A los oficios divinos tocan».
Por ello aprovecho para evocar este instrumento musical y, como no, al fuentepiñelano Félix San Felipe Sanz, un maestro en el arte de elaborar estas piezas en sus más diversos modelos, como muestran las imágenes, hasta el punto de que alguna de sus obras (también fabrica matracas y castañuelas) forman parte de la espléndida colección de más de 700 instrumentos musicales que posee nuestro reconocido folclorista Ismael Peña Poza, que algún día (todos lo esperamos) se constituirá en museo si las instituciones oficiales lo tienen a bien.
Yo prometo hacer sonar hoy y mañana a la hora de los aplausos en homenaje a nuestros sanitarios las dos que en su día me regaló Félix y que guardo en casa con veneración, porque yo sí,
#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico!