POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Antiguamente el día de Jueves Santo se madrugaba para ir a pedir limosna antes de misa. A la terminación de la misa se exponía el Santísimo, y los jóvenes y los hombres mayores se turnaban para velarle. Por la tarde se hacía una procesión al cementerio llamada Carrera. Esta es la canción que se cantaba este día:
Jueves Santo, Jueves Santo,
tres días antes de Pascua,
cuando el Redentor del mundo
a sus discípulos llama.
Les llamaba uno por uno,
de dos en dos les juntaba,
y ahora que los tiene juntos
de esta manera les habla:
-«¿Quién de los que estáis aquí
morirá por mí mañana?»
Se miran unos a otros,
ninguno decía nada.
Si no es por San Juan Bautista
que predicó en la montaña:
-«Yo moriré por mi Dios
antes hoy que no mañana,
que la muerte de mi Dios,
no puede ser olvidada».
Como este año no se han podido celebrar estos oficios, mostramos una foto de los de 2015.
#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico!
¡Buen día!