POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Existe una costumbre en FUENTEPIÑEL que es la de «pedir la Mora». Antiguamente se hacía el Sábado Santo, pero desde hace décadas se hace el domingo de Resurrección. En su día lo hacían los chicos de la escuela, quienes iban recorriendo todas las casas del pueblo llevando un calderillo con agua bendita con el que iban bendiciendo las casas y cantando esta canción:
San Martín está en la puerta
con su casulla puesta,
esperando, esperando,
a los hijos de Sión,
que les canten la oración,
la oración del peregrino,
cuando Jesucristo vino
y se puso en el altar
de rodillas a rezar.
Ángeles somos,
del cielo venimos,
si nos dáis rosquillas
que no sean chiquitillas;
si nos dáis buñuelos
que no sean chiquituelos.
A los rastros del pinar
que los vayan a buscar.
A cambio recibían un dinero que después se repartían. Era habitual que mientras los unos bendecían la casa, los otros “visitaran” los nidales de las gallinas a ver si podían afanar algún huevo.
También salían los “quintos” del año a pedir pastas y rosquillas para merendar por la tarde en las bodegas, y lo típico era que utilizaran una burra con unas aguaderas.
Con los años eran los monaguillos los que salían, acompañados por los amigos, y lo mismo sucedió con los «quintos», a los que acompañan sus allegados.
Las fotos son de 1975, 1999, 2004 y 2011.
Habrá que esperar al año que viene para que se repita la tradición.
#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico!