POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Siguiendo con el refranero abrilero cardero (valga la expresión), el de «En abril, cortas un cardo y te crecen mil» me recuerda mi ya lejana niñez cuando acompañaba a mi padre a las tierras a pelearnos en los sembrados con algunas plantas especialmente invasivas y dañinas como eran el vallico y los cardos.
Contra estos, para no dañar con la azada el cereal y para no pincharnos, se empleaba una vara larguita con una horquilla en el extremo con la que se sujetaba el cardo contra el suelo y se le cortaba con una hoz. A esta faena se la conocía como escarda y resultaba poco atractiva y menos efectiva pues solía ser como el cuento de nunca acabar. Después llegaron los herbicidas para facilitar la labor, pero claro…
Y como ahora ya no tengo que ir a escardar, he decidido que
#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico, que nos reinventaremos y volveremos más fuertes!
¡Buen día!