POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
En un día como hoy en el que el viento se ha dejado sentir bastante, me viene a la memoria esta sentencia de que «Moverá el aire la veleta, pero no moverá la torre». Y es cierto. Hay momentos en los que el aire no corre precisamente a nuestro favor y gira y se orienta en contra de lo que nos produce placer y bienestar. Y es en esos momentos, precisamente, cuando más firme y anclada debe de estar nuestra torre y no desistir a la espera de vientos de mejor augurio y más favorables, porque antes o después la veleta acabará cambiando con esos nuevos aires.
Mientras tanto, y hasta que esto suceda,
#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico, que nos reinventaremos y volveremos más fuertes!
¡Buen día!