POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Se nos va yendo a la chita callando (cutio cutio, que dicen en Aragón) este mes de mayo tan florido y hermoso, pero nos deja estampas de una belleza singular por la gran variedad cromática de la que dispone en su paleta. Y sobre el fondo verde natural de los cereales y de los prados, unos años, como este, se encapricha de los rojos y riega el campo de amapolas; o del amarillo, con la colza, las gébenas-jaramagos, los dientes de león, las margaritas… o del morado y violeta, con los lirios, las viboreras, las centáureas, las petunias, las buganvillas… La flor del azafrán, con su singularidad, es un añadido pues es más propia del mes de septiembre.
Quizás podamos disfrutar de algunas de estas variedades si se prolonga un poco su floración en el tiempo y aguantan hasta el verano, que será cuando (esperemos) los que permanecemos confinados en la capital, podamos ir a disfrutar de la España rural, pero hasta que esto ocurra,
#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico, que nos reinventaremos y volveremos más fuertes!
¡Buen día!