POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA (SEGOVIA)
Con el pase a la llamada fase 1, que suaviza el régimen de vida que llevamos desde hace más de dos meses, la vida en los pueblos va adquiriendo ciertos tintes de normalidad, aunque ellos ya tenían algunas ventajas en la fase 0 con respecto a los que la hemos sufrido en la capital y poblaciones de más de cinco mil habitantes.
Además de la apertura del bar, otro de los síntomas de que la situación se va normalizando es la apertura de la iglesia. Tanto en el uno como en la otra, y dada la densidad de población que queda en nuestros pueblos, para bien o para mal no suele haber problemas con el tema de los aforos.
En el caso de la iglesia católica, hoy se celebra el domingo de la Ascensión, y la asistencia a la misa ha sido un buen motivo para reunirse, eso sí, adoptando las medidas de seguridad oportunas.
Esperemos que pronto podamos tener la opción de incorporarnos a estas reuniones, pero hasta que esto suceda,
#YoMeQuedoEnCasa ¡Y que no cunda el pánico, que nos reinventaremos y volveremos más fuertes!
¡Buen día!