POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
El 14 de septiembre la iglesia católica celebra la Exaltación de la Santa Cruz. Y precisamente la cruz parroquial que se utiliza en las procesiones en las fiestas más importantes, es uno de los elementos más destacados del patrimonio eclesiástico de la iglesia de FUENTEPIÑEL.
El hallazgo en el Archivo de la Diócesis de Segovia de la documentación que sirvió de base para su fabricación llevó a Pompeyo Martín a escribir un artículo «sobre esta bella pieza de la platería segoviana» y en él basamos nuestra descripción de este valioso ornamento sagrado. Junto a la documentación escrita apareció la traza-patrón del proyecto. De todo ello se extrae que el día 19 de enero de 1643 el provisor del obispo de Segovia autorizó al cura de la iglesia, el licenciado D. Alonso Gómez de Novoa, y a su mayordormo, para que contrataran con el platero de Segovia Antonio de Ávila, la composición de «una cruz de plata para la dicha yglesia, al uso romano, por estar la que al presente ay muy maltratada», con las siguientes condiciones: «Que la cruz grande de plata antigua que tiene la dicha yglesia, de peso de diez y seis marcos y cinco onzas y media, se aya de fundir y de ella açer una cruz a lo romano, lisa, conforme a un dibuxo que firmado de ambos a dos se entrega a mi el notario para que le ponga con esta peticion; que en el medio de los brazos a de llevar por una parte un Christo cruzificado y por la otra señor san Nicolás, titular de la dicha yglesia, ambas ymaxenes acabadas con toda perfecion y sobre doradas; y la dicha cruz a de pesar diez y seis marcos, y las cinco onzas y media quedan para mermas, y si pesare mas medio marco se le a de pagar en plata del precio aqui declarado; la qual a de dar acabada en toda perfecion a bista de maestros peritos en el arte, pesada por el contraste desta Ciudad, para ocho dias antes del Corpus primero que viene deste presente año; y por su echura se le an de pagar seiscientos reales, moneda de vellon, pagados la mitad para San Juan de junio y la otra mitad para el dia de San Miguel de setiembre, ambos plazos del año presente mill seiscientos y quarenta y tres, puesto el dinero en esta Ciudad en casa y poder del dicho Antonio de Auila y mision de la dicha yglesia,…».
La obra en sí es una réplica bastante fiel del modelo diseñado y se compone en su parte inferior de un tubo para encajar en el astil, decorado con bandas; un bulbo aplanado, en el que simula incrustarse un tronco de pirámide invertida, sobre la que descansa la base de la cruz o manzana, compuesta por un templete circular en el que se alternan seis columnillas dóricas con seis paneles con grabados geométricos; y una media naranja. El nudo es parecido al de Espirdo, Ventosilla y Clarisas de Villacastín. En los brazos se alternan las líneas rectas y las curvas dotando de un aire preciosista a la obra, sucediéndose en cada uno un rectángulo y una medalla circular que se decoran con sencillos grabados geométricos, estando rematados por unas bolas de factura posterior de los que brotan pequeñas flores que les hacen aún más estilizados.
En la intercesión de los brazos se hallan grabadas en el anverso, la imagen del Crucificado, también de época posterior y factura bastante sencilla, con la ciudad de Jerusalén en forma esquemática, y en el reverso la figura repujada y sobredorada del patrón titular de la iglesia con su báculo y la vestimenta pontificia.
Sus medidas reales son de 79 centímetros de alto y 40 de largo y está toda ella tallada en plata, exceptuando las dos imágenes citadas del medallón central. La marca con los arcos del acueducto segoviano y una inscripción de imposible lectura se encuentran junto a los pies del Crucificado.
Las fotos son de 6 de diciembre de 2018, cuando aún no se había repuesto la imagen nueva del Sagrado Corazón en nuestra torre.
¡Buen día!