POR JUAN CUÉLLAR LAZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Y esto lo sabían bien nuestros antepasados, que sacaban su sustento únicamente del campo y de los productos que este les suministraba. Cada gota de agua importa y es vital para el mantenimiento de nuestro ecosistema.
Y sobre todo estas aguas de otoño, que son las que rellenan de sangre nuestras tierras resecas tras el largo estiaje veraniego, surtiendo a manantiales y fuentes, y proporcionando tempero a los campos de labor.
Pues que siga cayendo, aunque sea en pequeñas dosis. ¡Buen día!