POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
Ayer teníamos cita en el santuario rojiblanco. Con el lógico recelo por todo lo que se está comentando de la vacuna anglosueca AstraZeneca desde hace algún tiempo, allí coincidimos con un buen número de representantes de aquel baby boom de finales de los cincuenta del siglo pasado. La cita se resolvió en veinte minutos, sin apenas colas, con muy buena organización, y, he de significarlo, con mucho espíritu colaborativo por parte de todo el personal, tanto de los profesionales como de los que íbamos tan desconfiados como conscientes de que, de alguna manera, es una cuestión de salud pública y de que todos tenemos que poner de nuestra parte para avanzar en la tan cacareada inmunidad de rebaño.
Han pasado veinticuatro horas, sin apenas secuelas en mi caso. Quedamos a la espera (10-12 semanas, un poco larga por cierto) de la segunda dosis.
¡Buen día!