POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
Saludo fuentepiñelano 2695. El 15 de mayo la iglesia católica celebra la festividad de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, y es costumbre en nuestros pueblos honrarle con su misa y su procesión, en el transcurso de la cual se imparte por el sacerdote a los cuatro puntos cardinales la bendición de los campos. Aunque antiguamente en FUENTEPIÑEL cada año la procesión se dirigía a diferentes puntos del témino, desde hace varias décadas se realiza a la ermita de San Roque.
Durante la procesión se le va cantando esta canción:
Bandera santa, bandera amada,
no serás nunca vid despreciada.
Los labradores con amor te aman,
queriendo ser siempre su guarda.
La bandera santa de este sindicato,
cobija gozosa a un pueblo tan grato.
Recibid con efusión,
a todo FUENTEPIÑEL,
que se acoge a ti gozoso
a juzgar en santo bien.
Este pueblo todo entero,
cristiano por tradición,
lleno de amor a ti clama,
san Isidro Labrador.
Al finalizar los actos religiosos, los agricultores con el resto de vecinos que lo desean, se reúnen en una merienda comunitaria cuyo plato único en el menú es el cuarto de asado de lechazo (churro, por supuesto) que sustituyó al primitivo de escabeche de chicharro.
Nuestra iglesia dispone de dos imágenes del santo. La barroca del retablo mayor y otra moderna adquirida recientemente por los labradores que es la que se procesiona para preservar aquella.
Este año, al igual que el pasado, por las circunstancias que estamos atravesando por culpa de esta pandemia no podemos realizar todo este ritual.
Mientras todo va volviendo poco a poco a la normalidad, quiero agradecerle desde estas líneas lo bien que está gestionando este año también el tema de la lluvia.
¡Buen día