POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
El 13 de junio la iglesia católica celebra la festividad de San Antonio de Padua, de la que FUENTEPIÑEL conserva una imagen que es una bella pieza barroca policromada que en su día presidía el altar de su advocación (en un inventario de 1815 también se le llamaba de San José) hasta que fue eliminado en 1968, cuando tras la llegada al papado de Juan XXIII, y tras la celebración del Concilio Vaticano II, se imponen nuevos aires renovadores no sólo en las formas externas de practicar la religión y en algunas cuestiones teológicas, sino también en la estructura de sus templos e iglesias. Estos aires renovadores los trajo a nuestro pueblo el sacerdote D. Hipólito Prieto García.
Hasta entonces, se le procesionaba el día de su fiesta hasta la ermita de Santa Brígida y al concluir la procesión se le subastaba para subir la imagen a su trono. La subasta se realizaba en fanegas de trigo, y yo recuerdo el que posiblemente fue el último año, siendo dirigida a la puerta de la iglesia por nuestro sacristán Tomás San Felipe Sanz.
La imagen, de aspecto juvenil, porta un Niño Jesús postizo en sus manos y en la peana luce tres cabezas de angelotes alados exentas.
¡Buen día!