POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Como cada año, en Fuentepiñel acaba la función de San Nicolás y prácticamente acaba el verano, aunque cronológicamente aún queden unos días para el equinoccio de otoño. Y este año, los días de la diáspora tras el final de las fiestas, que casi vacía nuestras plazas, nuestras calles y gran parte de nuestras casas, están resultando especialmente premonitorios pues el tiempo ha cambiado de repente y ha refrescado, e incluso nos ha visitado de nuevo la lluvia que ha dejado unos 26 litros metro cuadrado que vienen mejor para unas cosas que para otras, aunque en general la lluvia siempre es bienvenida dada la escasez que estamos sufriendo.
Los miembros de nuestro consistorio, con algunos voluntarios, al igual que en su momento se dedicaron a decorar el pueblo ahora le devuelven a su imagen habitual, con la ayuda del servicio de limpieza que nos presta la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña, a la que pertenecemos. Ahora hay que volver al día a día, y a esperar que lleguen las fiestas de San Nicolasillo a primeros de diciembre, que ya están ahí. Casi.