POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO , CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Aunque van en progresivo descenso en las últimas décadas, las matanzas domiciliarias para el autoconsumo son una actividad tradicional que aún se mantiene en nuestros días en muchos de nuestros pueblos. El sacrificio de animales fuera del matadero está perfectamente regulado, tanto en las fechas en las que se puede realizar como en el protocolo a seguir en el tema sanitario.
En FUENTEPIÑEL se realiza aún en dos domicilios, y, esperando no herir sensibilidades por las imágenes (tan habituales en nuestros pueblos hace unas décadas, cuando el cerdo era el principal soporte alimenticio de carne en nuestros hogares), quiero dejar aquí constancia de la efectuada este pasado fin de semana en uno de ellos. El chorizo, el jamón, los chicharrones, los torreznos, el picadillo, el calducho,… no suelen herir sensibilidades, salvo cuando se acaban o en aquellas personas que andamos peleadas con el colesterol.