POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
El 19 de marzo de 1813 (hace 210 años, por tanto) nació en Fuentepiñel don José Mayo García.
En palabras de H. Serrano Viteri fue una de las más gloriosas lumbreras segovianas del siglo XIX, y «tan sólo la humildad y la modestia que siempre le caracterizaron han hecho que este sencillo sacerdote no aparezca en el cuadro de honor de los segovianos ilustres contemporáneos».
Y ello no sólo por sus escritos sino, y sobre todo, por el magisterio con que impartió sus enseñanzas. Su gran cualificación y sus extraordinarias dotes como pedagogo hicieron que sus superiores se fijaran muy pronto en él y, todavía siendo él mismo estudiante, le encargaron las suplencias de las cátedras del Seminario.
Se licenció en Sagrada Teología y Derecho Canónico en el Seminario Central (o Universidad Pontificia) de Toledo.
Pero no solamente destacó en el mundo de la enseñanza, sino que, además, opositó a las canonjías penitenciarias de la catedral de León (1860), cuyos ejercicios le fueron aprobados por unanimidad, y fue canónigo lectoral de la de Segovia, que logró en 1884. Finalmente ocuparía el cargo de rector del Seminario Conciliar de Segovia entre los años 1886 y 1891.
Falleció José el 28 de diciembre de 1901 a la edad de 88 años en Segovia, y en su cementerio fue enterrado, siendo trasladados sus restos en 1921, por intervención del también sacerdote fuentepiñelano Miguel Gómez Conde, al cementerio de Fuentepiñel, donde actualmente reposan. Tiene en el pueblo una calle dedicada en su honor. ¡Buen día!