POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Si hay un mes poco fiable y en ocasiones desconcertante ese es abril, y así ha resultado este año, al menos por estas latitudes, pues apenas si se ha cumplido el refranero de contenido favorable al que tanto recurrían nuestros ancestros: “En abril, aguas mil; pero caben todas en un barril”; “Abril que truena, anuncia cosecha buena”; “Abril mojado, de panes viene cargado”; “Abril sin granizo, Dios no lo hizo”; “Abril sin granizar, ni se vio ni se verá”; “Abril que sale lloviendo, a mayo llega riendo”.
Este año más bien se han hecho realidad los que tienen contenido negativo: “Abril, cara de beato y uñas de gato”; “Buenos amigos y buenos abriles, uno entre miles”; “Abril, abril, de cien en cien años deberías venir”.
Esperemos que mayo resulte más favorable y se cumpla aquello de que “Agua de mayo, pan para todo el año”. Agua, agua, agua.
¡Feliz y venturoso mes de mayo!