POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
El verano sigue su curso, aunque ya va de vencida, como el mes de agosto, que va tocando a su fin. Bolea nos despide con sus almendreras a punto de ser recogidas. Aunque las circunstancias pandémicas nos han limitado, como el año pasado, de nuevo la vida social y festiva, se ha hecho lo que se nos ha permitido.
La placeta de Caurezo ha sido testigo de alguna que otra lifara, en un barrio de «leña recia» (Callén dixit). Habrá que volver.