POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Contra viento y marea, la lluvia y el granizo, los quintos de 2024 de la villa oscense de BOLEA han cumplido con la tradición ancestral de plantar el mayo en un receso que les ha dado esta mañana la borrasca Nelson, que está azotando con fuerza el país.
Por ello, en el ritual católico, no serán pocas las procesiones del Entierro que se verán afectadas hoy Viernes Santo.
Como contrapartida, en muchos lugares esta importante dosis de lluvia será recibida como una bendición para el campo y para rellenar algunos pantanos «sedientos». Y es que, como bien dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos.