POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
´´El primero brigidero, el segundo candelero, el tercero San Blas…«.
En Fuentidueña, en la iglesia de San Miguel, hay un pequeño retablo dedicado a San Blas de un solo cuerpo con una hornacina central en la que se encuentra la imagen de bulto del santo, abogado contra los males de garganta, con su báculo, su mitra y su manto, bellamente decorado con policromías en su parte posterior. Está enmarcada por dos columnillas exentas con fuste acanalado en su parte superior y con puntas de diamante en la inferior, y capiteles corintios. Hay dos tablas pintadas que representan a un santo y una santa, ambos con una cruz. Está rematado por otra pintura que suponemos que representa también al obispo rodeado de aves cuando, huyendo de una persecución y ya viejo en 316, se retiró a una gruta en la que era visitado y alimentado por los animales, siendo descubierto por los cazadores que les perseguían y, finalmente, martirizado.
Hubo una ermita con esta advocación en la zona oriental de la Villa, en lo alto del cerro que ahora lleva este nombre. Se hallaba dentro de unos terrenos del común que habían sido desamortizados y desapareció, acabando retablo e imagen en la iglesia.
¡Buen día!