POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Día 11 del estado de alarma. Si hay un santo en la iglesia católica al que se ha recurrido históricamente en los episodios de peste, plagas y grandes epidemias ese es San Roque, peregrino francés del siglo XIV que recorrió Italia y se dedicó a curar a todos los infectados de la peste. Él mismo se contagió y se aisló para no exponer a la gente a contraer la enfermedad, y cuenta la tradición que fue alimentado por un perro hasta que se curó, y por ello se le representa con uno a sus pies.
Su devoción se extendió sobre todo a partir de 1630 con ocasión de la gran peste bubónica que se originó en la zona de Milán y Lombardía (precisamente).
Además de santo protector contra la peste y toda clase de epidemias, lo es también de peregrinos, enfermeros y cirujanos, y son innumerables las poblaciones que le tienen como patrón.
Aunque su festividad se celebra el 16 de agosto, creo oportuno recurrir a él en estos momentos de incertidumbre por la situación que estamos atravesando. A los creyentes seguramente les hará ilusión, y a los que no lo son para que disfruten de estas bellas esculturas del patrimonio artístico de FUENTEPIÑEL, Cozuelos de Fuentidueña, Fuente el Olmo de Fuentidueña y Pecharromán, pueblos de la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña.
#YoMeQuedoEnCasa. ¡Y que no cunda el pánico!