POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
Curiosa noticia la que nos brinda hoy la prensa local. Reconozco que no sabía de la existencia de esta escultura pues hace meses que no me dejo caer por este paraje de La Serranilla, para mí uno de los más idílicos (si no el que más) de la provincia de Segovia. Y aunque no es la Sirenita de Copenhague (desconozco también si pretendía emularla), la escultura tenía su encanto. ¡Buen día!
NOTICIA Aparecida en el Adelantado de Segovia :
La ‘Ninfa de la Serranilla’ desapareció en la noche del sábado del lugar de ensueño que custodiaba en las Hoces de Duratón, en Fuentidueña, frente al Duranguito, un conocido chiringuito de la zona. Si las ninfas están asociadas con el paraje al que pertenecen, el robo de esta imagen, creada en pleno confinamiento, no solo sustrae una pieza de arte sino que deja una herida abierta en la naturaleza. “Si la devuelves, va a ser también tuya. Y de todos. Es que esa escultura no vale nada en el salón de tu casa”
Su creador, Miguel Ángel Fernández Molinero, lleva el chiringuito, el alquiler de piraguas y tiene un taller de artesanía en Cabañas de Polendos. Cree que la persona que se ha llevado la escultura “no es consciente” de lo que ha hecho. “Le gustó y pensó que en su casa iba a estar preciosa. Pero esa figura no tiene valor fuera de ese lugar”. ¿Qué le diría? “Si la devuelves, va a ser también tuya. Y de todos. Es que esa escultura no vale nada en el salón de tu casa; está pensada para el sitio en el que se hizo”.
Es la ‘Roca de Teresa’, nombrada así en honor una mujer que servía de inspiración, de musa. La tradición dice que los vecinos iban allí a pensar en ella. Miguel Ángel conocía la zona porque iba a nadar o en piragua. Él, que trabajó en los Jardines de La Granja, tenía en mente colocar una escultura allí y la pandemia le dio la excusa. “Cuando nos encerraron en casa, cogí arcilla e hice la pieza”. La colocó con ayuda de un monitor de piraguas y ha atraído el interés de muchos visitantes. Se trata de una zona de monte que solo es accesible a nado o en piragua.
Así la trasladaron. Y la colocaron sobre una base de cemento, con un anclaje para evitar precisamente lo que acabó sucediendo. “Debe ser alguien que se encaprichó de ella porque se la han llevado de una manera muy limpia. Han conseguido levantar la escultura y cortar los anclajes de hierro”. Sabe que se la llevaron el sábado porque ese mismo día se bañó junto a la escultura. El domingo ya no estaba.
Denuncia de la Guardia Civil
“Yo no voy a hacer otra escultura. Es que esa era muy especial”. Sin grandes esperanzas, se pregunta: “Si dentro de un año o 10 aparece en un jardín, ¿cómo la reclamo?”. Aunque hay pruebas de que es el autor -tiene fotos de todo el proceso- denunciará a la Guardia Civil de Sacramenia para poder reclamarla. La pieza tiene un metro de altura, pesa algo menos de 30 kilos y está elaborada en gres, una arcilla muy resistente a las heladas. “Estaba hecha para que aguantase las inclemencias del tiempo”.
“Estaba hecha para que aguantase las inclemencias del tiempo”
Para Miguel Ángel, de 49 años, la escultura representa su confinamiento, pues es a lo que se dedicó en esos dos meses. Se inspiró en dos modelos que se presentaron a posar para hacerlo. Y dio la forma con sus manos, pues se define más cercano a la alfarería que al modelado. La roca es conocida por los fósiles que allí se encontraron y porque sirve de pequeña playa improvisada. “El entorno es una maravilla, sobre todo por la mañana, que hay una quietud… Es toda una sorpresa si pasas por allí en piragua. Los propios colores de la figura son como los colores de la piedra, está muy integrada en la naturaleza”.
Se trata de una figura muy femenina, joven y muy voluptuosa. “Tiene mucho encanto, le da algo idílico al lugar”. La obra tiene un mensaje de asimilación por parte de su entorno. “Yo entiendo que esta figura representa este lugar, su espíritu protector y benéfico. En el fondo, nos hace mucho bien a todos los que vamos ahí. Da igual que vengas de Madrid o de Segovia; cuando sales, lo haces con energía. Es el espíritu de ese lugar”. La ninfa que sirve para recargar pilas ya no está en su Olimpo. “Si alguien la ve en algún lado o tiene algún tipo de información, se lo agradeceré de todo corazón”, subraya su autor. El Duratón busca a su ninfa del confinamiento.