POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Aunque la etapa también es corta, madrugamos hoy especialmente porque dada la cantidad de peregrinos que hemos dormido esta noche en Tineo hemos supuesto que podía haber problemas para encontrar alojamiento en el pequeño albergue de Borres, como finalmente ha sucedido, para todos los que queremos seguir el Camino hacia Berducedo por Hospitales y así disfrutar de las vistas espectaculares que desde allí se contemplan si no hay niebla.
Por ello a las 5:30 ya estamos en marcha mis colegas peregrinos valencianos José y Vicente, y el malagueño Pepe. Nos siguen de cerca los catalanes Arnau y Guillem, y María, “una chica de Valladolid”.
Cinco kilómetros de subida tendida por un bosque de robles y castaños (omnipresentes), que se alternan con prados feraces en plena siega, en los que campean algunos caballos asturcones, y campos de labor en los que va brotando el maíz forrajero recientemente sembrado.
Cruzamos pequeñas aldeas antes de completar los 17,5 km que nos conducen hasta Borres, donde finalmente conseguimos nuestra litera en su albergue municipal por 8 euros, tras inscribirnos en El Barín de Borres, el único establecimiento hostelero de la localidad en el que también comemos un generoso menú por 12, obra de Gloria, «la madre del Camino», y un dechado de amabilidad, cercanía, simpatía y saber estar. Gracias por ello, amiga.
No tardan en completarse la veintena de literas del pequeño albergue con gente procedente de nacionalidades y procedencias varias.
¡Buen Camino!