POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Seguimos de feria. De Feria del Libro de Madrid, con mayúsculas, aunque sea virtualmente al haber sido víctima también de la pandemia que nos asola. Hoy, de nuevo, he vuelto a recorrer mentalmente las casetas del paseo de Coches del Retiro madrileño, como aquel 6 de junio de 2014 cuando Enrique Vila-Matas tuvo a bien dedicarme su novela «Kassel no invita a la lógica», que estaba recién salida de la imprenta. Desde entonces, para regocijo de sus lectores, ha seguido creando y no ha dejado de obtener premios y reconocimientos. Y yo me alegro por él.